Hedwig Eva Maria Kiesler (Austria, 1914 –EE.UU., 2000), mejor conocida en el ámbito cinematográfico como Hedy Lamarr, demostró ser más que una cara bonita; además de protagonizar más de 30 cintas y de realizar el primer desnudo en el cine comercial,1 este ícono de belleza empezó sus estudios de ingeniería a los 16 años y, aunque posteriormente cambiaría los números por los reflectores, sus habilidades y conocimientos en la ciencia la llevaron a establecer las bases de lo que hoy conocemos como Bluetooth y WiFi.
Una vez terminado su matrimonio con Friedrich Mandl, proveedor de municiones de Hitler y Mussolini, «la mujer más hermosa de Europa»2 usó información de los clientes de su exesposo sobre la tecnología armamentista de la época para desarrollar las primeras teorías de modulación radial, la cual facilita el envío y recepción de información vía inalámbrica.
En plena II Guerra Mundial, Lamarr
huyó a los EE.UU., en donde conoció al artista George Antheil; basándose en un principio musical, crearon juntos el «Sistema Secreto de Comunicaciones», capaz de controlar torpedos teledirigidos con 88 frecuencias distintas que cambiaban por intervalos.
Hedy ofreció gratuitamente al gobierno estadounidense la patente, pero ésta fue rechazada. Con el tiempo,
el invento evolucionó y terminó convirtiéndose en el precursor de la tecnología que se utiliza hoy en día en las comunicaciones de los teléfonos móviles, registrado por la actriz y el músico en 1942.
Cada 9 de noviembre se celebra el Día Internacional del Inventor, en honor al natalicio de Hedy Lamarr. Algarabía