El autor estadunidense asegura que cuestiones como el secreto y la identidad se están desdibujando a partir de la aparición de las redes sociales
VIRGINIA BAUTISTA/ENVIADA. GUADALAJARA. Con la explosión de la tecnología, el internet y las redes sociales, lo que conocemos como identidad y el secreto personal se están desdibujando en la sociedad moderna, lamentó ayer Jonathan Franzen (1959).
El novelista y ensayista estadunidense, quien anoche presentó en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara su obra más reciente, Pureza (Salamandra), se preguntó qué significa ahora la identidad “cuando presentamos en las redes una segunda personalidad, otra imagen, una especie de avatar de sí mismo”.
Ante una realidad, en la que “estamos conectados a los dispositivos 16 horas al día”, el autor de Las correcciones (2001), novela ganadora del National Book Award que ha vendido más de tres millones de ejemplares, se cuestionó sobre “qué pasa cuando otra persona puede saber más acerca de mí de lo que yo puedo saber de mis amigos”.
Explicó que los nuevos medios tecnológicos han creado un conjunto de ansiedades. “Hay un miedo de que todo lo que hemos aprendido de la naturaleza humana durante milenios se vuelva obsoleto en cuestión de unos cuantos años. Muchos le tienen miedo a la posibilidad de una relación íntima, si ya todo el mundo conoce todo de todo el mundo. No hay secretos, se ha perdido en intimidad”.
Y existe un mayor temor. “La literatura es el receptorio de lo que nosotros sabemos de la naturaleza humana. ¿Qué va a pasar si la definición del ser humano cambia? También repercutirá en la literatura”, añadió.
El autor de Ciudad veintisiete (1988) advirtió que se desconoce lo qué ocurrirá en este terreno. “Sabremos más en dos décadas. La primera generación que se dedicó a textear ahora está cumpliendo 25 años, esos que pensaban que no pasaba las cosas si no las compartían en las redes.
“Qué pasará cuando tengan que hacer cosas de adultos, una relación íntima, pues para los adultos el secreto es muy importante. Se necesita compartir secretos para desarrollar una relación de confianza e intimidad, pero siempre hay cosas que debes guardarte para ti. Si pierdes la identidad en una relación se acabó todo”, señaló.
Las redes sociales no son la única preocupación de Franzen, también el medio ambiente y la violencia. “Lamentablemente, la espada es más fuerte que la pluma. Cuando tú trabajas dentro de esa anarquía no hay mucho que la literatura pueda hacer. En el mejor de los casos, nos puede recordar la posibilidad del orden, del sentido, de que todo cobre sentido dentro de un terrible desorden violento”. Excélsior