Fue inaugurada el jueves la muestra María Félix: belleza cautiva, en la Casa de la Primera Imprenta de América
LUIS CARLOS SÁNCHEZ. CIUDAD DE MÉXICO.- El 12 de enero de 1970 María Félix recibió una carta-contrato de Clasa Films Mundiales. “Muy señora nuestra y amiga”, señala el saludo del documento que incluye tres cláusulas bajo las cuales La Doña trabajó como Mariana San Pedro en la película La generala. El contrato establece que la actriz cobrará 250 mil pesos por todo el tiempo de filmación y que las cuotas sindicales correrán a cargo de la propia casa productora.
En otro documento, pero de mayo de 1947, Panamericana Films le informa a María Félix que le adeuda 20 mil pesos por su actuación en La diosa arrodillada, pero que los vestidos que usó en la cinta tuvieron un costo de 29 mil 925 pesos, por lo que le ofrece tomarlos a cuenta del saldo que aún resta por pagar.
Estos y otros documentos, así como fotografías, indumentaria o libretos que la diva del cine utilizó a lo largo de su carrera se reúnen por primera vez, en la exposición María Félix: belleza cautiva, que se expone en la Casa de la Primera Imprenta de América.
Organizada por la Universidad Autónoma Metropolitana, la muestra forma parte de la conmemoración con motivo del centenario del nacimiento de Félix, ocurrido el año pasado. “En 2014, hay que decirlo, no nos dio tiempo para hacer la conmemoración, pero ahora realizamos la exposición no sólo por los 100 años de su nacimiento sino porque María es un icono del cine nacional y un personaje importantísimo en el vínculo con los intelectuales del país”, dijo Walter Beller, director de Difusión Cultural de la UAM.
La muestra que expone por primera vez, por ejemplo, los botines que La Doña utilizó en 1942 en El peñón de las ánimas o algunos vestidos como el diseñado por Christian Dior en 1951 para su actuación de Hechizo trágico o el vestuario de La generala, de 1970, diseñado por Tao Izzo, ha sido llevada al espacio universitario por la Fundación María Félix.
Hanzel Ortegón, miembro de la Fundación María Félix, explicó a Excélsior que los objetos exhibidos forman parte del acervo de la asociación, que integra a cuatro coleccionistas, quienes crecen a partir de donaciones o adquiriendo los artículos en subastas públicas. “La Fundación se establece a partir del centenario que vivimos el año pasado; su sede física está en Miami, pero la operación y las actividades desarrolladas han sido en la Ciudad de México”.
Más de 90 por ciento del acervo que ha sido reunido en la Casa de la Primera Imprenta, es inédito.
La Fundación cuenta con mobiliario, textiles y obras de arte que pertenecieron a la Félix. Ortegón afirma que sigue siendo necesaria una exposición mayor: “se le organizó una exposición a Octavio Paz que es uno de las grandes figuras de México, tuvo un homenaje nacional y en el mismo año cumple María su centenario, pero no se hizo, hay quien se ha interesado por la vida de Sophia Loren; ¡qué mejor que una mexicana como María Félix!, de quien existe un acervo”. Excélsior