Auspiciados por la Fundación SM, El Barco de Vapor y Gran Angular llegan a la edición 21
Ángel Vargas
Periódico La Jornada
Una historia sobre cómo un niño aborda de ingeniosa manera la ausencia del padre y otra de corte policiaco ambientada en la época previa a la Revolución Mexicana resultaron ganadoras de los premios de literatura infantil El Barco de Vapor y literatura juvenil Gran Angular, en su edición 21.
El fallo de los certámenes, considerados los más importantes de América Latina en esas categorías, fue dado a conocer ayer en la librería Educal de la Biblioteca Vasconcelos.
Ese acto estuvo encabezado por representantes de los jurados y de las instituciones organizadoras, la Fundación SM y la Dirección General de Publicaciones de la Secretaría de Cultura federal.
El premio Barco de Vapor, enfocado a obras para niños que comienzan a leer y hasta 14 años, correspondió a la escritora jalisciense Érika Marcela Zepeda Montañez (1982), quien participó con el seudónimo Bastián Baltasar Bux, por el libro Instrucciones para convertirse en pirata.
El jurado estuvo integrado por los escritores Felipe Garrido, Irma Ibarra Bolaños, Vivian Mansour, Paola Morán Leyva y Georgina Abud Pérez, quienes reconocieron en esa obra el humor que apela al público que va dirigido, la forma en que aborda un tema relevante para la infancia: la ausencia del padre y la habilidad para la construcción de varias voces narrativas.
Es un libro donde hay acción, humor, personajes entrañables con los que los lectores pueden identificarse; hay misterio, sorpresas, intrigas; es un libro que consigue despertar emociones auténticas y preocuparnos por la suerte de los protagonistas, definió Felipe Garrido, en representación del jurado.
Intríngulis del periodismo
Dirigido a jóvenes de 15 años en adelante, el premio Gran Angular fue por decisión unánime para el escritor, editor y periodista Luis Bernardo Pérez Puente (Ciudad de México, 1962), quien participó con el seudónimo Señor Kiwi, por la novela que lleva como título provisional Calles de tinta y ceniza.
Compuesto por Olga Correa, Verónica Murguía, Andrea Fuentes, Adriana Beltrán y Angélica Vázquez del Mercado, el jurado destacó de esa obra la excelente calidad literaria, su recreación histórica minuciosamente documentada y su excelente manejo de los géneros histórico y policiaco.
Es una excelente recreación histórica, una novela de la época de Porfirio Díaz; sin embargo, no es nada anacrónica, al contrario, es una novela de una reflexión muy actual en la que el personaje es un adolescente conociendo los intríngulis del periodismo, la política; creciendo personalmente, tratando de encontrar su vocación en el mundo, señaló Andrea Fuentes.
Cecilia Espinosa, directora de Fundación SM, describió a los dos premios como una de las actividades principales de esa instancia en su empeño de fomentar en México la literatura y la escritura destinada a niños y jóvenes, además de enriquecer la oferta de libros para esos públicos.
Recordó que el origen de los galardones se remonta a 38 años, en España, mientras en el país comenzaron en 1996 y actualmente se han extendido a otras naciones de Iberoamérica, como Argentina, Brasil, Chile, República Dominicana, Colombia, Perú y Puerto Rico.
En total, aclaró, la fundación entrega 13 premios Barco de Vapor, nueve en español y cuatro en otras lenguas: portugués, catalán, euskera y gallego; y del Gran angular en dos lenguas: español y catalán.
La promotora cultural subrayó que Fundación SM, como parte de su cometido, desarrolla otras actividades, como el Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil, cuya tercera edición será este año en México, del 14 al 18 de noviembre, en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (Filij).