MÉXICO DESCONOCIDO
Existen cinco lugares en la Ciudad de México donde aún se puede reconocer viva la llama de la pasión que hubo entre estos dos íconos de la pintura nacional. ¡Conócelos y admira su obra!
La Ciudad de México, en especial el barrio de Coyoacán, fue uno de los grandes testigos de la pasional y tortuosa relación entre Frida Kahlo y Diego Rivera. Su matrimonio, problemático y poco convencional -que superó varias infidelidades de ambas partes-, también dio vida a una inspiración que se refleja en sus famosos lienzos y sus murales.
Descubre cinco escenarios que, entre el amor, el dolor y el arte, marcaron los pasos de estos vanguardistas pintores:
1. Colegio de San Ildefonso
San Ildefonso, construido en 1588 por los jesuitas, fue uno de los recintos educativos más importantes de la Nueva España. Hoy es un bello museo que alberga importantes murales, y que en 1922 fue el telón de fondo del inicio del romance entre dos de los grandes representantes del arte mexicano.
Frida, era una joven estudiante de 16 años, con un bigote escasamente poblado y con la marca reciente de un trágico accidente. Diego, 20 años mayor, era un artista consolidado, con sobrepeso y un diagnóstico de incapacidad para la monogamia.
La primera vez que los artistas tuvieron contacto fue en esta bella construcción ubicada a un costado del Templo Mayor, en el Centro Histórico de la Ciudad de México. Frida Kahlo se encontraba estudiando en la Escuela Nacional Preparatoria -localizada en ese entonces en este edificio- cuando Diego Rivera pintaba el mural La Creación (1922) en el Anfiteatro Simón Bolívar de esta institución.
Sin duda, en la ruta de estos pintores no puede faltar este bello edificio, lienzo en el que los pintores comenzaron a trazar su historia de amor y pasión por el arte.
Anfiteatro Simón Bolívar del Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Contacto
sanildefonso.org.mx
2. Museo Casa Azul
Ubicada en la calle de Londres No. 247, en una de las mejores zonas de Coyoacán, la Casa Azul fue el principal escenario del amor y de la producción artística de los pintores. La antigua casona que vio nacer y morir a Frida, fue construida por Guillermo Kahlo, su padre, a la usanza de la época: un patio central rodeado por las habitaciones y una fachada afrancesada.
Al casarse con Diego Rivera, en 1929, ésta se convirtió en el principal hogar de la pareja que, con el tiempo, imprimió en ella su gusto particular, marcado por detalles populares y por la pasión de Diego por las culturas prehispánicas.
Visitando la Casa Azul, el tiempo parece detenerse. Hoy en día, es posible apreciar sus rincones, tales y como Frida los dejó. En ella se pueden ver sus muletas, sus colecciones de juguetes y su corsé. En la cabecera de su cama, las imágenes de Lenin, Stalin y Mao; en el estudio, el caballete que le obsequió Nelson Rockefeller, y en la cocina, las ollas de barro en las que preparaban los platillos con los que agasajaban a sus célebres invitados.
Por disposición de Rivera, la casa fue convertida en museo en 1958 (cuatro años después de la muerte de Frida). Actualmente recibe más de 25 mil visitas al mes y es considerado el espacio más íntimo de la pintora. Incluso hay quienes afirman que su espíritu aún vaga por los pasillos de la casona.
El universo creativo de Frida Kahlo se encuentra relacionado con esta casa y con sus objetos personales. ¡Un lugar mágico, que no te puedes perder!
La Casa Azul, Museo Frida Kahlo, en Coyoacán.
Contacto
museofridakahlo.org.mx
3. Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo
También conocida como las Casas Gemelas, ésta fue una de las primeras construcciones funcionalistas de Latinoamérica. En 1931, Diego Rivera encargó al joven arquitecto Juan O´Gorman el diseño de una casa para él y otra para Frida, en la que cada uno tendría su propio estudio.
Ubicada en San Ángel, esta maravilla arquitectónica fue el hogar de los pintores desde 1934 -año en el que regresan de su estancia en Estados Unidos- hasta 1941 cuando fallece el padre de Frida y ésta regresa a la Casa Azul. Diego Rivera permanece en ella hasta el mismo día de su muerte, en 1957.
Es en esta casa donde Frida se consolida como pintora, creando algunas de sus obras más notables. En ella, Diego realiza la mayoría de sus pinturas en caballete, alrededor de 3 mil, las cuales se conservan en el Estudio, incluyendo su colección de artesanías mexicanas y arte prehispánico.
No dejes de visitar este funcional espacio dedicado a la difusión del arte de Diego, Frida Kahlo y sus amigos artistas contemporáneos.
Contacto
estudiodiegorivera.bellasartes.gob.mx
4. Museo Diego Rivera Anahuacalli
Uno de los grandes ideales de Diego y Frida era donar toda su obra al pueblo mexicano. Por ello, los pintores tuvieron la intención de crear dos museos. La Casa Azul se convirtió en el primero; el segundo fue el Anahuacalli, localizado cerca de Coyoacán. Esta construcción, cuyo nombre significa “Casa del Valle de México”, conserva más de 50 mil piezas prehispánicas (no todas originales) que el pintor coleccionó a lo largo de su vida.
Para su creación, el artista retomó las características arquitectónicas teotihuacanas y aztecas y lo erigió haciendo referencia a un teocalli -o templo-, con la ayuda del afamado arquitecto Frank Lloyd Wright. Este recinto es excepcional por su diseño, armonioso con la naturaleza, y su construcción hecha a partir de la misma piedra volcánica sobre la que está levantada.
El museo fue inaugurado en 1964 -después de la muerte del autor- gracias al apoyo de su amiga Dolores Olmedo. Hoy alberga además de la colección antes mencionada, una galería para exposiciones y un espacio donde se realizan representaciones teatrales y musicales.
Visita el Anahuacalli y aprovecha para admirar su original arquitectura, mientras recorres uno de los sueños hecho realidad de los pintores: un lugar donde se confabulan las artes, mientras resuenan en él, los ecos del pasado precolombino.
Museo Diego Rivera-Anahuacalli, en Coyoacán.
Contacto
museoanahuacalli.org.mx
5. Museo Dolores Olmedo
Enclavado en el sur de la Ciudad de México, en la ex hacienda de La Noria, Xochimilco, se encuentra el Museo Dolores Olmedo. Esta construcción del siglo XVII, rodeada de bellos jardines habitados por pavorreales y xoloizcuintles -perros de origen prehispánico-, es la morada de la colección más importante de Diego Rivera y Frida Kahlo.
En su juventud, Dolores Olmedo fue modelo de Diego; después se convirtió en su amiga y finalmente en su mecenas. Para Frida, Dolores fue su gran rival, primero por la lucha de ambas por el amor de Alejandro Gómez Farías -primer novio de Frida-, y después por su gran amistad con el muralista.
Sin embargo, el talento de Dolores le permitió notar, antes que muchos, el valor de la obra de estos iconos. Por eso, su museo recopila 145 obras de Rivera y 27 piezas de la pintora que compró -por encargo de Diego-, entre las que se encuentra el famoso “Autorretrato con changuito” (1945).
En la actualidad, este museo conserva gran parte del acervo artístico de los pintores, el cual se complementa con piezas de arte prehispánico, popular y virreinal que se conjugan en un espacio, en el que aún se perciben los líos amorosos, los celos y sobre todo, la pasión por el arte. ¡Un recinto que no puedes dejar de visitar si te interesa la magnífica obra de estos pintores!
Museo Dolores Olmedo, en Xochimilco.
Contacto
museodoloresolmedo.org.mx
TIP:
Existe un bono que te permite disfrutar de tres de estos cincos rincones que te proponemos (la Casa Azul, la Casa Estudio y el Anahuacalli). Pregunta por él en cualquiera de las taquillas de estos escenarios-museo.