El Mercado de San Juan de la Ciudad de México es uno de los más antiguos y tradicionales de la Ciudad de México. Te decimos cuáles son los peculiares -y exóticos-productos que puedes encontrar en él.
Édgar Anaya Rodríguez
Armadillo, iguana, zorrillo, venado; mucho y buen conejo, lechón, cabrito y carnero aquí se venden; de Honduras llega carne de tepezcuintle y de Texas la de jabalí; también de avestruz, búfalo, cocodrilo de Florida... hasta de león. “Procede de leones de criadero, es una carne algo dura y un poco ácida; diferente a todas, de color grisáceo. Nada más que cae un poco pesada y contiene muchas toxinas, por eso no es recomendable comerla mucho”, dice Fernando Velázquez, de El gran cazador.
Expendio de carnes exóticas / Foto: Viridiana Mirón
En otra sección, junto al pollo, que aquí se ve más ordinario que en cualquier otro mercado, se vende codorniz, perdiz, pato, pichón, faisán, ganso, pavo y tórtola, así como huevos de codorniz y de varias aves.
Mercado de San Juan / Foto: Viridiana Mirón
Las pescaderías son los locales más famosos del San Juan. Anguilas, mantarrayas y tenazas de cangrejo moro se asoman en los limpios locales entre el atún y el salmón frescos; menos comunes son el percebe –molusco que crece en las rocas–; esmedregal, pescado para la comida cantonesa; cigala, langostino danés; cangrejo de Alaska; centollo, un cangrejo de América del Sur; vieiras, almejas españolas; hueva de lisa; mejillón de Nueva Zelanda; y dorado, pez con cabeza de hacha y reflejo áureo.
Gusanos de maguey, escamoles, chapulines, escorpiones, caracoles de tierra, ranas... La comida prehispánica no falta aquí, donde el comprador puede preguntar con confianza, incluso pedir recetas. En pocos mercados da tanto gusto comprar.
Escorpiones, listos para comer / Foto: Viridiana Mirón
Las fruterías son un arcoiris de formas y colores. Cereza, frambuesa, arándano, carambola, maracuyá, lichi, pérsimo y las comunes, pero de la mejor calidad.
Frutas coloridas del mercado de San Juan / Foto: Viridiana Mirón
El colorido del campo
En otra sección del mercado descansan verduras bien acomodadas y muy frescas: tomate de milpa o tomatillo, pepino europeo, ejote francés, zanahoria y elote baby, delgado y pequeño, lechugas coreana e italiana. Más puestos y más variedades: yuca, malanga y ñame –tubérculos del Caribe–, echalot, ajo y cebolla a la vez, chinchayote, azafrán de raíz, naranja agria...
Puesto de veduras frescas en el Mercado de San Juan de la CDMX / Foto: Viridiana Mirón
Las verduras orientales tienen nombres regionales difíciles de pronunciar: ¿tun kua?, ¿tai choi?, ¿bu jao? Lo pa es un rábano blanco; shi shuan es la pimienta china y tofu, el queso de soya. También hay jengibre, hoja de crisantemo, chícharo chino, frijol soya y otros ingredientes. En una vitrina se muestran productos orientales envasados, como el vinagre de arroz, la pasta de ajonjolí, el fideo transparente, el alga para sopa, la acelga china, el lirio o el mochigome, especie de arroz dulce.
Y en un instante se puede pasar de China a España en este mercado. Aquí se pueden comprar embutidos artesanales de cuidada elaboración: morcillas, chistorras, butifarras catalana, blanca, negra, fuet, sobreasada. En los locales de abarrotes –San Juan tiene todos los giros de un mercado normal– se encuentra latería de Europa, vinagres de varios tipos, buenas pastas italianas, los mejores aceites de oliva y productos similares.
Los lácteos
Enormes bolas de sabor son los quesos gouda holandeses, que se exhiben en algunas de las cremerías. Ejemplo representativo es La Jersey, negocio con un siglo de tradición, herencia de la abuela. Españoles, italianos, franceses, holandeses, argentinos... la Torre de Babel desfila por La Jersey en busca de los mejores quesos europeos y artesanías culinarias.
“La clientela de este mercado es gente selectiva que cuida mucho su calidad de vida y hace un esfuerzo en tiempo y dinero para comer bien,” afirma Roberto Castro mientras despacha. “Temprano ve uno en el mercado a hombres de negocios, políticos y artistas que vienen en persona a escoger su comida. La sociedad de consumo ve al cliente sólo como un signo de pesos, cuando a los latinos nos gusta el calor humano, platicar. Aquí tratamos que el cliente se sienta un rey y con ellos establecemos relaciones de muchos años, de generaciones.”
En el mercado de San Juan hay una gran variedad de quesos nacionales e internacionales / Foto: Viridiana Mirón
Cómo llegar
El mercado San Juan se ubica en la calle Ernesto Pugibet, entre José María Marroquí y Luis Moya, a cuatro cuadras del Eje Central Lázaro Cárdenas y de la estación San Juan de Letrán, de la línea 8 del metro (cerca también se encuentra la estación Salto del Agua). Frente al mercado hay algunos cajones de estacionamiento y cuidadores.