Ese trabajo aproxima al lector con el personaje, sus cuates-cómplices y los artistas que admiraba
Merry MacMasters
Periódico La Jornada
En vísperas del 80 aniversario del nacimiento de Carlos Monsiváis (1938-2010), el 4 de mayo, un día después se rendirá al escritor y periodista el homenaje Hay ausencias que triunfan, en el Museo del Estanquillo.
Con motivo de esa efeméride se da a conocer el catálogo de Monsiváis y sus contemporáneos (no confundir con el grupo Los Contemporáneos), exposición montada de julio de 2017 a enero de 2018 en ese recinto.
Con diseño informal y juguetón –tiene doble portada–, ese trabajo aproxima al lector a Monsi y sus cuates/cómplices, aunque también a los artistas que admiraba.
Por esas páginas deambulan imágenes de José Emilio Pacheco, Sergio Pitol, Carlos Fuentes, Fernando Benítez, Iván Restrepo, José Luis Cuevas, Vicente Rojo y Elena Poniatowska, así como Chavela Vargas, María Félix, Ninón Sevilla, Toña La Negra, Agustín Lara, Tongolele, Dámaso Pérez Prado y María Victoria.
Esa muestra se montó con la finalidad de recuperar al autor de Días de guardar y Amor perdido como hombre de letras al repasar su trayectoria profesional en medio de sus empresas culturales. Fue una exhibición ilustrativa, didáctica, cuya idea era mostrar a las nuevas generaciones esta época de oro de la cultura, dijo entonces Henoc de Santiago, director del Estanquillo.
En su texto Francisco Vidargas, curador de la exposición, trae a colación una cita del escritor Sergio Pitol, recientemente fallecido, sobre el enigmático Monsiváis: fue “un polígrafo en perpetua expansión, un sindicato de escritores, una legión de heterónimos que por excentricidad firman con el mismo nombre (...) El cronista de todas nuestras desventuras y prodigios (...) el documentador de la fecundísima gama de nuestra imbecilidad nacional”.
Luego, “nuestra amistad no se ha reducido a hablar de libros, hemos participado en muchas peripecias políticas, nos hemos reído de la tontería, el medio pelo y sobre todo del engolamiento que caracteriza a muchos de nuestros conocidos (...) lo que nos granjeó muchas enemistades”.
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La actriz Dolores del Río y el cronista Carlos Monsiváis, hacia 1966, en imagen incluida en el catálogo de la muestra Monsiváis y sus contemporáneos, montada en el Museo del Estanquillo de julio de 2017 al pasado eneroFoto Héctor García
De Monsiváis, su maestro indiscutible Fernando Benítez escribió el 15 de julio de 1995 en La Jornada: ...en estos tiempos, Carlos Monsiváis es el mejor conocedor de la sociedad mexicana no de cualquier modo, sino utilizando la paradoja, el contraste y el sentido del humor. El historiador Enrique Florescano anota: Carlos era un originador de disputa: él inmediatamente suscitaba el diálogo, en favor o en contra, por lo inesperado y original de sus expresiones.
Por otra parte, “al lado de Iván Restrepo, Monsiváis se hace habitué de los teatros de revista, en especial del Blanquita; de cabarets, salones de baile y centros nocturnos donde se presentaban las figuras que más admiraban”, acota el Museo del Estanquillo.
En el último apartado de la exposición Y la (R)edacción se despide, José Emilio Pacheco expresa el sentir de muchos: No puedo concebir un México sin la presencia ubicua de Carlos Monsiváis. Durante muchos años nos acostumbramos a leerlo, a escucharlo en conferencias por todas partes y en programas de radio, y a verlo en la televisión a tal punto que parece imposible resignarse al nunca más.
Aparte de las muchas fotogra-fías hay imágenes de obras de su colección que son insólitas, como Grabado original de Frida Kahlo para la portada del libro Caracol de Distancias, de Ernesto Hernández Bordes, una pintura de factura académica de Leopoldo Méndez, un recado con dibujo de Francisco Toledo, así como su gusto por los pintores Carlos Mérida, Juan Soriano, Gunther Gerzso y Leonora Carrington, la fotografía y la caricatura.
El catálogo de Monsiváis y sus contemporáneos será presentado el 26 de mayo en Isabel la Católica 26, Centro Histórico.