Ángel Vargas
Periódico La Jornada.
El programa de televisión Aquí nos tocó vivir, conducido por la periodista y escritora Cristina Pacheco, que se transmite por Canal Once, celebró la noche del sábado sus 40 años al aire con una gran fiesta en el legendario Salón Los Ángeles, catedral del baile de Ciudad de México.
También fue develada una placa conmemorativa del aniversario y diversas personalidades del ámbito académico, cultural, político y deportivo enviaron felicitaciones a la comunicadora mediante un video.
La lista incluyó al director del Instituto Politécnico Nacional (IPN), Mario Alberto Rodríguez Casas; a la directora de Canal 11, Jimena Saldaña Gutiérrez; al ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), José Sarukhan; al violonchelista Carlos Prieto; al compositor Armando Manzanero, y al actor Jorge Ortiz de Pinedo, entre otros.
De igual manera, fue partido un pastel por el equipo humano que hace posible esta ya longeva emisión del canal televisivo politécnico, que se encuentra al aire desde el 10 de mayo de 1978 y que se ha convertido en referente de la televisión pública mexicana.
Reconocimiento internacional
El gusto por este programa ha trascendido las fronteras, según se dijo en la ceremonia –conducida por los periodistas Adriana Pérez Cañedo, Miguel de la Cruz y Saraí Campech–; se recordó que en 2010, la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura lo nombró Memoria del Mundo en México, con lo que se convirtió en la primera producción televisiva reconocida a escala internacional.
Acompañada en el acto por su hija Laura Emilia Pacheco, amigos, colaboradores y televidentes, Cristina Pacheco subió al foro del recinto y tomó la palabra de forma breve para agradecer el apoyo que ha tenido todos estos años, así como la predilección de la audiencia.
Destacó que son miles las historias que ha encontrado y contado en su andar por las calles de Ciudad de México y otros rincones del país a lo largo de estas cuatro décadas, pero son infinitas las que todavía le faltan por encontrar y relatar, por lo que advirtió a su equipo que se prepare para otros 40 años más.
Detrás de cada puerta hay miles de historias, cada una irrepetible, única e inimaginable; las sorpresas son inmensas y la satisfacción de escuchar esas voces es muy grande. Agradezco a todas las personas que han tenido la confianza de darme su testimonio que lo hayan hecho, nos tenemos cariño y respeto, expresó la también colaboradora de La Jornada.
Luego de refrendar su amor por la capital del país, a pesar de las condiciones lamentables en las que se encuentra, Cristina Pacheco destacó que en Aquí nos tocó vivir se capta la vida real, la de las personas de todos los días; nadie está disfrazado en mi programa, las personas son tal como son y debo decir que, en tal caso, sólo encuentro maravillas que me sorprenden y me enseñan muchas cosas.
Emocionada, concluyó: “He aprendido algo importante y duro: la soledad de las personas es tan grande a veces que aceptan la entrevista como una única posibilidad de conversar.
Somos millones de personas en esta ciudad y, sin embargo, no nos tocamos, no nos acercamos, no nos dirigimos la palabra, y esa soledad de la multitud es absolutamente terrible. Uno de los sentidos del programa es justamente ese: acercar a las personas, tocarlas, decirles cuán importante son.
La fiesta prosiguió. La velada musical fue un recorrido por varios géneros, desde la música académica, a cargo del flautista Horacio Franco, hasta la amena versatilidad sonora del grupo Colibrí, pasando por el romanticismo de los boleros de Los Dandys.
Y pues ya que la sede de la pachanga fue el Salón Los Ángeles, por supuesto que no faltó el guapachoso bailongo, al ritmo de Rayito Colombiano y una Big Band.