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Cultura y Espectaculos

Sinfonía vital de un Nobel, Mario Vargas Llosa

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2016 Visto: 2875

vargasllosEl escritor peruano-español cumple hoy 80 años, justo cuando acaba de aparecer su novela ‘Cinco esquinas’ y ‘La casa verde’ llega al medio siglo
RAFAEL MIRANDA BELLO/ESPECIAL. EXCÉLSIOR
CIUDAD DE MÉXICO.

Protagonista de una trayectoria polifacética que suscita admiración tanto como acumula antipatías, el Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa llega hoy a los 80 años de edad, y lo hace ocupando la atención en varios frentes, como un veterano director de orquesta que conduce con maestría la ejecución culminante de su sinfonía vital. Mientras que, por un lado, las fotografías y la bitácora del romance otoñal que estelariza junto a Isabel Preysler sirven como entretenimiento eventual del público “lector, oyente o espectador” que él mismo espulgó en las páginas de La civilización del espectáculo (2012). Desde un ángulo distinto, arremete a mitad de la justa de novedades con el título más reciente de su constelación novelística: Cinco esquinas, un retrato panorámico de la ciudad de Lima en los años 90, en donde la encrucijada urbana del título y los personajes que la atraviesan, valen para representar la turbia atmósfera que se vivió en Perú bajo el violento asedio de la organización terrorista Sendero Luminoso, la brutalidad del contraterrorismo y la corrupción que acaudillaba el gobierno de Fujimori, en oscuro convenio con los mecanismos de coerción y castigo que ejercía, a rajatabla, la prensa amarillista de la época. Pero, además, por otra parte, se cumple medio siglo de la aparición de su segunda novela, La casa verde, publicada por la editorial barcelonesa Seix Barral en marzo de 1966, y galardonada al año siguiente con el Premio Rómulo Gallegos, es uno de los paradigmas del quehacer literario del escritor peruano, nacionalizado español en 1993, cuya obra acaba de ser incluida en la colección La Pléiade, de la célebre editorial francesa Gallimard.

EXUBERANCIA POLIFÓNICA

La historia de La casa verde comienza en 1958, año en que Vargas Llosa obtuvo una beca para hacer estudios de doctorado en Madrid, pero poco antes de su inminente partida fue invitado a unirse a una expedición que, con fines antropológicos, se internó en una apartada región de la selva amazónica peruana. Ese intenso viaje de unas pocas semanas, unido al recuerdo de “una choza prostibularia, pintada de verde, que coronaba el arenal de Piura”, ciudad en la que había vivido durante su infancia, dispuso la piedra de toque para la escritura de La casa verde, una obra de traza excepcional a la que su autor daría forma en París entre 1962 y 1965 –apenas concluida su ópera prima, La ciudad y los perros (1963)–, “sufriendo y gozando como un lunático”, empeñado en fundir en una novela el tremedal de recuerdos y posibilidades que se le ocurrían, y de la cual –escribió Julio Cortázar en una carta de 1965, luego de leer el manuscrito inédito de Vargas Llosa– impresiona la capacidad narrativa de su autor, “por esa fuerza y ese lujo novelesco y ese dominio de la materia que inmediatamente pone a cualquier lector sensible en un estado muy próximo a la hipnosis, y eso no significa pérdida de lucidez, sino paso a otra forma de lucidez, que es el milagro de toda gran novela”.

Narración de exuberancia polifónica que ya en la obertura –el rapto violento de unas niñas aguarunas perpetrado por una patrulla de soldados y las monjas de una Misión de afán “civilizador”– deja caer el peso abrumador de su singularidad, “La casa verde es la historia de una peregrinación del convento al burdel. En el camino, tienen lugar múltiples aventuras del tiempo y el espacio, similares a las aventuras del lenguaje que es la acción de la novela”, simplifica Carlos Fuentes en un ensayo del libro La nueva novela hispanoamericana. Sin embargo, el relato de Vargas Llosa no sigue un itinerario de panorama angosto, porque encauza el río de su trama dentro de las venas de una realidad tremebunda, como una lancha de ingenioso timonel que “navega hacia buen puerto sorteando tempestades”.

MATERIA PRIMA

Lector apasionado que se aferró a los libros en un trecho difícil de su vida –cuenta en el Elogio de la lectura y la ficción, su discurso de aceptación del Nobel: “Mi salvación fue leer, leer los buenos libros, refugiarme en esos mundos donde vivir era exaltante, intenso, una aventura tras otra, donde podía sentirme libre y volvía a ser feliz”–, tomó la decisión, en 2012, de que la ciudad de Arequipa, en donde nació el 28 de marzo de 1936, se convierta en el destino final de su biblioteca personal y, paulatinamente, irá albergando los más de 30 mil volúmenes que la conforman, muchos de los cuales, han actuado de motor de arranque para sus propias obras. Entre esas páginas impresas, tiene un lugar privilegiado y esencial el escritor estadunidense William Faulkner, por quien Vargas Llosa admite sin remilgos, en el libro autobiográfico El pez en el agua (1993), que sintió un hondo asombro desde el contacto inicial: “Fue el primer escritor que estudié con papel y lápiz a la mano, tomando notas para no extraviarme en sus laberintos genealógicos y mudas de tiempo y de puntos de vista, y, también, tratando de desentrañar los secretos de la barroca construcción que era cada una de sus historias, el serpentino lenguaje, la dislocación de la cronología, el misterio y la profundidad y las inquietantes ambigüedades y sutilezas sicológicas que esa forma daba a las historias”. Y años más tarde, en el prólogo de la edición definitiva de La casa verde (1999), reitera: “probablemente, la deuda mayor que contraje al escribirla fue con Faulkner, en cuyos libros descubrí las hechicerías de la forma en la ficción, la sinfonía de puntos de vista, ambigüedades, matices, tonalidades y perspectivas de que una astuta construcción y un estilo cuidado podían dotar a una historia”.

En aquellos días de lenta elaboración y puesta a tono de su segunda novela –tras los pasos del forastero que fuerza un romance con una adolescente ciega y muda; o del forajido japonés al que sus incursiones de pillaje y latrocinio habían dado el aura mítica de “un héroe macabro de novela de aventuras”; o del soldado que pasa de inconquistable a vividor, y después arrastra su sombra a otras ficciones como La historia de Mayta (1984), Lituma en los Andes (1993) y El héroe discreto (2013)–, el autor de novelas de prosa invicta como Conversación en la catedral (1969), La guerra del fin del mundo (1981) y La fiesta del chivo (2000) descubrió una “áspera verdad”, como cuenta en la conferencia Historia secreta de una novela (1971), que desde entonces asumió como lastre y seña inapelable de su oficio: “la materia prima de la literatura no es la felicidad sino la infelicidad humana, y los escritores, como los buitres, se alimentan preferentemente de carroña”.

 

INAH incluye a Cacaxtla en programa de obras 2016

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2016 Visto: 3022

cedulasPor Víctor Hugo Varela Loyola. LA JORNADA DE ORIENTE
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) incluyó a la zona arqueológica de Cacaxtla–Xochitécatl en el programa de obras para renovar la señalética y el cedulario temático en el transcurso del presente año.

En un comunicado, el organismo señala que como parte de las acciones para mejorar la calidad de la visita pública, entre 2014 y 2015, en ocho zonas arqueológicas abiertas al público, el INAH hizo la renovación de la señalética y el cedulario temático y estas labores continuarán este año en Cacaxtla–Xochitécatl, en el estado de Tlaxcala; Xochicalco, en Morelos; y Dzibilchaltún, en Yucatán.

Explica que estas tareas forman sólo una parte de la modernización de infraestructura operativa y de servicios en zonas arqueológicas, “uno de los aspectos que involucra el Plan de Manejo, documento rector para la gestión y desarrollo de un sitio patrimonial. En éste se plantean –a largo plazo– los lineamientos estratégicos que guían el manejo del área y la conservación integral de sus valores culturales”.

El INAH contempla 181 zonas arqueológicas
De acuerdo con Antonio Huitrón Santoyo, director de Operación de Sitios del INAH, de las 181 zonas arqueológicas abiertas a la visita pública en el territprio nacional, 123 cuentan con plan de manejo, lo que representa casi 70 por ciento de avance en la materia.

“Ha sido un proceso largo si se considera que los primeros planes comenzaron a establecerse a mediados de los años noventa, intentando coordinar la operación de sitios patrimoniales tan importantes y complejos como las cuevas de la Sierra de San Francisco, donde miembros de las propias comunidades son los guías; o Monte Albán, en Oaxaca, cuyo Plan de Manejo ha sido un ejemplo para la implementación de otros en el país”.

Refiere que en los últimos dos años se renovó la señalética de servicio, orientativa y restrictiva de 11 zonas arqueológicas, seis de ellas en Veracruz, y en este 2016 se hará lo mismo –señalización primaria– en seis sitios más: Dzibanché, Kohunlich, Muyil, Oxtankah y San Gervasio, en Quintana Roo; y Tetzcotzingo, en Estado de México.

Para este año, la Dirección de Operación de Sitios del INAH contempla trabajos de señalización integral en Cacaxtla–Xochitécatl, donde a la par se realizarán labores de restauración y conectividad del sitio.

“Hay que reconocer la importancia de cuidar bien estos sitios, frente a su apertura al público y los retos que conlleva, desde la gestión de los visitantes mismos, el mejoramiento de las rutas y la actualización de la señalización, hasta la dotación de mejores servicios. Esto tiene que ver con una políticade atención detallada, de lo que implica la responsabilidad de tener zonas arqueológicas abiertas”.

 

Iguales y diversos relata los ritos fundacionales de tres latitudes

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2016 Visto: 2948

culturasPropicia un diálogo a partir de la mitología y los conocimientos tradicionales
Integran la muestra 88 objetos provenientes de la costa noroeste de Norteamérica, Irán y Australia
Dos de las piezas que integran la exposición cuyo acceso es gratuitoFoto Guillermo Sologuren
Ericka Montaño Garfias. Periódico La Jornada
En la calle Moneda, en el número 13, se encuentra el Museo Nacional de las Culturas, uno de los cinco recintos nacionales del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

Este edificio, que se localiza junto a Palacio Nacional, es en sí mismo un tratado de historia: fue el lugar que los españoles llamaron Casa Denegrida, donde se dice que Moctezuma reflexionaba sobre lo que ocurría en su reino. Fue también Casa de Moneda en la Colonia, sede de la Suprema Corte de Justicia en la época jurista, además de otros usos.

Hoy el acervo de ese centro cuenta con unos 17 mil objetos obtenidos mediante donaciones, intercambios, adquisiciones; aloja exposiciones permanentes de diversas culturas y la que ahora es el objeto de este recorrido: la muestra Iguales y diversos: mitos de tres continentes, en la que se presentan al público 88 piezas provenientes de tres lugares del mundo: la costa noroeste de América del Norte, Persia (Irán) y Australia, la cual permanecerá hasta el 26 de junio.

Estas piezas –pinturas, tallas en madera, mantas tejidas, la máscara de un cuervo, libros, sonajas, postes funerarios– refieren un momento común: los mitos fundacionales, de la leyenda del cuervo a la pluma de Simorgh a Yurlunggur o serpiente arcoíris australiana.

De acuerdo con información del museo, buena parte de la colección del noroeste se formó gracias a un intercambio con el Chicago Field Museum realizado en la década de los 50 del siglo pasado, mientras las pinturas fueron donadas por la embajada de Australia en dos momentos, 1974 y 2011; varios de los objetos que se encuentran en la sala iraní fueron adquiridos durante un trabajo de campo desarrollado como parte del proyecto La poesía como experiencia cotidiana en Irán, auspiciado por el Fonca entre 2010 y 2011.

La sala de exposiciones temporales se encuentra dividida en tres: Cuervo para los pueblos del cedro, Simorgh y la lengua de los mil poetas, y Australia el poder de la tierra, que reflejan lo que dice la cita que abre la exposición: Los mitos se comunican entre ellos por medio de los hombres sin que éstos lo sepan, de Claude Lévi-Straus.

Iguales y diversos: mitos de tres continentes se presenta en este espacio como parte de la conmemoración por los 50 años del Museo Nacional de las Culturas. Esta exposición “destaca lo que ha sido nuestra vocación desde una perspectiva contemporánea de la cultura, promueve diálogos a partir de temas tan universales como la mitología y los conocimientos tradicionales. Así, desde los mitos y símbolos que nos ofrecen obras de grupos humanos de puntos geográficos distantes –costa noroeste de Norteamérica, Irán y Australia– vemos cómo rasgos culturales de largo aliento se expresan simbólicamente a partir de iconos con un pasado milenario y que siguen vivos”.

Esas palabras dan la bienvenida al público. A la izquierda, una vitrina con tres obras: un libro de poesía iraní moderno que retoma formatos empleados desde hace siglos, la reproducción de una imagen titulada Joven leyendo poesía, una sonaja utilizada por un chamán de la Columbia británica, realizada en madera de arce y una pintura sobre corteza de eucalipto proveniente de Australia.

Entre las 88 piezas se encuentran pequeñas tallas en madera, una máscara mortuoria femenina acompañada por collares de chamán, una máscara mortuoria masculina y sonajas de chamán, y una máscara de cuervo elaborada con madera, fibras y tintes vegetales de la cultura kwakiutl, de la isla de Vancouver en Canadá. También una escultura en madera que representa a un sostenedor de tambor, encontrada en un bosque de Alaska en 1885, que resguardaba la tumba de Date-hun, el chamán de los chilkat. También hay mantas, cajas de madera y un poste totémico.

El recorrido por el apartado iraní comienza con un video y tres instrumentos musicales, libros, artículos de uso personal, cuyo adorno son las palabras que se encuentran en el epitafio del poeta Forugh Farrojzad, y el poemario Diván de Hafez, que se utiliza muchas veces como oráculo: se hace una pregunta y se abre el libro en cualquier página. Ahí está la respuesta.

Y se llega entonces a la tierra, el desierto, la pintura que habla de ancestros, del agua, del hombre, los canguros, la serpiente arcoíris y dos postes funerarios.

Quedan las preguntas sobre la pared de la sala: ¿Cuáles son tus mitos? ¿Qué símbolos forman parte de tu identidad?

El Museo Nacional de las Culturas permanecerá abierto estos días de asueto. La entrada es gratis y los horarios son de martes a domingo de las 10 a las 17 horas.

 

Critica el pintor mexicano Noé Katz al llamado arte actual

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 28 Marzo 2016 Visto: 2969

criticaPor Notimex. LA JORNADA
Chac-mool, 2004, óleo de Noé Katz. Imagen incluida en el libro 'Con la libertad en el corazón', del artista que incluye textos de Luis Rius Caso y Crsitina Híjar

Ciudad de México. Con 35 años dedicados al arte, el pintor y escultor mexicano Noé Katz (1953), autor de los murales en aluminio titulados El Viaje de Eneas situados en la fachada de un reconocido hotel situado en la calle de Mariano Escobedo, criticó al arte actual por considerar que carece de propuesta.

El artista, quien dice apelar a la imaginación para recrearse y de esta forma llevar al óleo o a la escultura varias de sus ideas, las cuales surgen de vivir una ciudad tan grande como la de México, lo que se hace hoy en día sólo son “ocurrencias, una tomadera de pelo”.

Entrevistado a propósito de su exposición Caminos sensibles, que se presenta en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) campus Cuajimalpa, así se expresó el creador, cuya obra forma parte de colecciones de museos como el Arte Moderno, del Tokoro Museum Of Moderno Art en Japón y del Arte Latino en California.

En su opinión, lo se exhibe en ferias de arte como Zona Maco carece de un trabajo constante y plástico, no es conceptual, por el contrario, “son ocurrencias”.

“No me importa si es conceptual o minimalista, me interesa saber qué hace el artista y cómo lo hace”, dijo Katz, quien recordó que en su última visita a dicha feria de arte se encontró con una instalación de “tres palos”, de Gabriel Orozco y costaba mucho dinero.

A pregunta expresa si ello se le puede llamar arte, Katz consideró que lejos de lo artístico, “se cae en lo absurdo, en la burla, en lo ridículo y no creo que valga la pena, es más bien una provocación, una basura”.

Cuenta que vivir tres años en Florencia, Italia, lo llevo a conocer a uno de los galeristas más importantes del movimiento vanguardista, una corriente encabezada por el francés Marcel Duchamp (1887-1968), a quien elogió en todo lo que hacía, con una propuesta clara y concisa, muy diferente a lo que se hace hoy.

“Lo que se produce aquí es una bola de ocurrencias, a cargo de oportunistas que creen que porque van a ser raros, van a tener éxito y que se creen artistas. Creo en el arte conceptual, pero hay gente que es una tomadera de pelo y el problema es el mercado del arte que ya no sabe a dónde irse, por tantas mamarrachadas que se han inscrito como arte conceptual efímero”, comentó.

Participante en más 15 exposiciones colectivas, cuenta que en la actualidad, además de carecer de propuestas artísticas, son pocos y cada vez menos los críticos de arte que emiten una opinión certera y precisa como Raquel Tibol (1923-2015).

“Raquel Tibol escribió un artículo donde hablaba bien de mi obra. Era una mujer a la que había que tenerle miedo; siempre le gustó mi calidad, me decía: Noé, usted tiene mucha factura, no la pierda con los años. Además éramos amigos y en alguna ocasión me contaba las cosas que tuvo que ver con Diego Rivera, con Frida Kahlo.

“Incluso me dijo que no sabía de dónde sacaba tanta fuerza Diego Rivera para pintar, pues en alguna ocasión el muralista se pasó toda una semana sin parar pintando. Todas estas cosas, me dieron fuerza para sacar mi trabajo adelante, fue una mujer profundamente ligada al artista y al arte, y criticaba como nadie. Se le extraña”, dijo.

“Caminos sensibles” está integrada por un total de 12 obras entre pintura, escultura, dibujo e impresiones de los 10 últimos años del artista.

“Se titula así porque durante mi vida artística he tenido que manejar esta trayectoria de caminos sensibles, porque de lo contrario, si no lo haces así, te vas para abajo. Si estás en una etapa en la que trabajas y no tienes bien definido lo que quieres, tienes que recurrir a tu sensibilidad para salir adelante y crear un sistema de creación que tenga que ver contigo, estar dentro de lo que has aprendido.

“La muestra es como tener en la mente siempre, la forma de crear que sea con sensibilidad”, indicó el creador, quien agregó que la exhibición es una muestra en la que maneja varias ideas, obra de los últimos 10 años y es bonito ver el enfrentamiento de las mismas y que a la fecha no han perdido la calidad.

Colores profundos, óleos y esculturas en madera y bronce, son parte de esta muestra en la que se observan pinturas como El plomero, Autorretrato, Un mundo feliz y Cosechando, y esculturas como las tituladas Conversaciones, Cara a Cara, Hombre rojo y un bronce llamado El arquitecto, en el que el artista refleja como el hombre construye y al mismo tiempo carga consigo todo aquello que adquiere, su historia, su cultura, proyectos, entre otros.

 

Teatro mexicano 'se encuentra en uno de sus mejores momentos'

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 2797

teatrooEn México hay más de 28 licenciaturas creadas para la formación de actores, aseguró el coordinador de teatro de la Secretaría de Cultura
REDACCIÓN/FOTO: NOTIMEX. Excélsior
El teatro mexicano se encuentra en uno de sus mejores momentos, pues se combina la experiencia de experimentados y jóvenes dramaturgos, aseguró el coordinador de Teatro de la Secretaría de Cultura, Juan Meliá.

Las obras de los escritores mexicanos ahora tienen una gran opción de llevarlas a escena, es decir “no se quedan en el papel porque constantemente se están realizando montajes para presentarlas en los teatros”.

“En México vivimos una gran cantidad de autores actuales, escribiendo textos que le importan al público y con alto nivel de calidad. Pero sobre todo hay una generación de dramaturgos, trabaja muy de cerca con los directores y las compañías”, sostuvo.

Meliá acompañará a las compañías y agrupaciones mexicanas al Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB) del 12 al 27 de marzo. Dijo que puede verse el buen momento del teatro mexicano en la gran aceptación del público colombiano.

Cada vez hay una mayor relación y coordinación entre los grupos y directores, pero además están conviviendo dramaturgos experimentados de cuatro o cinco generaciones de diversas tendencias, aseguró..

“Creo que estamos viviendo una época en donde hay un enorme cantidad de academias de licenciaturas en la formación de actores. Hay más de 28 licenciaturas hechas a crear actores. Esto ha generado un altísimo nivel”.

Concluyó diciendo que el reto para México es generar proyectos que ayuden a que los actores tengan trabajo constante. “Por eso es importante estar en festivales como los de Bogotá, que es una plataforma para que el teatro mexicano se muestre al mundo”.

Con información de Notimex

 

El fotolibro, una tendencia

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 2836

fotolibrooEstas publicaciones, que viven un auge a nivel mundial, se han convertido en una respuesta ante la falta de espacios de exhibición
LUIS CARLOS SÁNCHEZ. Excélsior
Ana Casas Broda, fotógrafa.
1 de 5 exposiciones como la que abrió en 2014 el Reina Sofía, encuentros internacionales, la creación de colecciones especializadas y una enorme cantidad de publicaciones y reflexiones en torno al fotolibro confirman su auge a nivel mundial. No se trata de un concepto nuevo, pero el fotolibro se ha convertido en una respuesta ante la falta de espacios de exhibición y en un lugar de encuentro para la experimentación y la reinvención de nuevas formas de contar una historia.
Los fotolibros, dice el historiador español Horacio Hernández —autor de El fotolibro latinoamericano—, son como pequeñas bombas de tiempo que viajan de manera distinta, se mueven más y siempre están en espera de que sean abiertos para volver a ser activados. La fotógrafa Ana Casas Broda agrega que el fotolibro “nace de que el mismo autor se cuestione por una estructura narrativa, por un serie de elementos que complejizan el discurso”.

Con el fin de reflexionar en torno al desarrollo de este género editorial y propiciar la creación de libros autopublicados en México, el proyecto Hydra (creado por Casas, Gabriela González Reyes y Gerardo Montiel Klint como una plataforma para la fotografía) lanza un programa especializado, conformado por conferencias, talleres y una “Incubadora de libros” que dará seguimiento al progreso y gestación de 15 fotolibros, con ayuda de especialistas mexicanos, españoles, británicos y franceses.

“Desde que cambió la tecnología y hay más fotógrafos en el mundo, los espacios expositivos son muy pocos y se inició una manera diferente de consumir imágenes. En cierto momento se abarataron los procesos de impresión y con la necesidad de tener mayor control de discurso y generar un cuerpo de trabajo con mayor coherencia, donde haya posibilidad de una narrativa y del uso de materiales, empezó a haber muchos libros autopublicados, lo que permitió a los autores cierto control de su trabajo y la posibilidad de empezar a circular sus imágenes como quisieran”, explica Casas en entrevista.

El fotolibro ofrece esas ventajas. “Está más al alcance, estructurar una exposición no es tan sencillo. En los últimos años han surgido concursos, festivales, exposiciones en Europa, Japón, China, Argentina y Perú”. En México, agrega, sigue siendo un fenómeno aislado que sólo llevan a cabo algunos sellos independientes: “No ha prosperado la autopublicación, (Felipe) Ehrenberg empezó en los 60 en Londres con un mimeógrafo, hay cosas aisladas, pequeñas ediciones, sellos aislados”.

El programa especializado en fotolibro incluye dos convocatorias, la primera (abierta hasta abril en el sitio www.lahydra.com) para participar en los siete diferentes talleres que ofrecerán los especialistas; la segunda (disponible en el mismo sitio hasta el 30 de marzo) para formar parte de “Incubadora de libros”, un proyecto que consiste en acompañar durante siete meses a un grupo de 15 autores con un proyecto de fotolibro, desde su conceptualización, desarrollo y producción, a través de talleres con editores, autores y diseñadores.

La idea es crear un lenguaje visual. “Se trata de hacer libros, no catálogos. Un objeto que contenga secuencia y narrativa donde es importante el soporte, tamaño, montaje, mercado y las posibilidades que tiene de moverse”, dice Casas. Un fotolibro, agrega, “es como cualquier lenguaje visual que tiene muchas posibilidades, formas de pensar el libro, incluso la posibilidad de que evolucione el uso del material junto con el discurso y se vuelva un todo, eso es lo complicado de hacerlos”.

Las actividades incluyen un programa de charlas paralelas que serán transmitidas vía streaming desde el Museo Universitario de Arte Contemporáneo. Las ponencias se llevarán a cabo del 18 de abril al 16 de noviembre e incluyen al curador Horacio Fernández, de España; Ramón Reverte, editor de RM; el diseñador italiano Ramón Pez; el británico Bruno Ceschel, de Be Happy; Gonzalo Golpe, editor de La Troupe; la fotógrafa argentina Verónica Fieiras; Timothy Prus, del Archive of Modern Conflicht, y los franceses Rémi Faucheux y Matthieu Charon, de RVB Books.

“En México hay una cantidad de obra y de fotógrafos tan importante que hace falta entrarle de lleno a la autopiublicación y al fotolibro, eso es lo que queremos, que se expanda, que se abran los circuitos profesionales, la forma de contacto y de camino con estas editoriales que pueden aportar mucho para fortalecer la actividad fotográfica que tiene México”, concluye Casas.

 

Mario Vargas Llosa…

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 3076

mario Mario Vargas Llosa reúne estilo pulido, concisión, estructuras imaginativas y diálogos reveladores: David Martín del Campo
Secretaría de Cultura
La obra del Premio Nobel de Literatura 2010 pasará a formar parte de la biblioteca de La Pléiade de la editorial francesa Gallimard, que reúne el canon literario universal
El escritor peruano nacionalizado español Mario Vargas Llosa celebrará el próximo 28 de marzo su aniversario 80. Apenas hace un par de semanas ha lanzado su novela Cinco esquinas, de la que ya la crítica literaria hace elogios a la pluma de unos de los más importantes novelistas y ensayistas contemporáneos en lengua castellana.
El Premio Nobel de Literatura 2010 ha alcanzado un peldaño más del reconocimiento literario internacional: en abril su obra pasará a formar parte de la prestigiosa biblioteca de La Pléiade, de la editorial francesa Gallimard, que reúne el canon literario universal (600 títulos de 200 autores de diversos países), un privilegio hasta ahora sólo alcanzado por dos autores latinoamericanos: Jorge Luis Borges y Octavio Paz.
“La gente cree que el Nobel te mata, pero sigo vivo”, ha expresado en días recientes este escritor que nació un 28 de marzo de1936 en la ciudad de Arequipa, Perú, y que desde 1993 es nacionalizado español, pero que al recibir el Premio Nobel aseguró: “Lo que hago, lo que digo, expresa el país en el que he nacido, el país en el que he vivido, las experiencias fundamentales que marcan a un ser humano, que son las de infancia y juventud, de tal manera que el Perú soy yo. Yo le puedo agradecer a mi país, a lo que yo soy, el ser un escritor".
Este 28 de marzo Vargas Llosa celebrará su cumpleaños en Madrid, España, con una fiesta en la que se esperan más de 300 invitados entre los que estarán seis ex presidentes del gobierno y algunos premios Nobel. Como parte de los festejos días 29 y 30 de marzo, la Fundación Internacional para la Libertad, entidad presidida por el escritor, organizará un seminario internacional en la Casa de América en el que panelistas, como ex presidentes, periodistas y filósofos, debatirán sobre el futuro de América Latina.
Mario Varga Llosa ha escrito cerca de 20 novelas, libros de cuentos, de relatos infantiles, 18 obras de teatro, una autobiografía, y varios ensayos, análisis político y reflexiones sobre el oficio de escribir.
Este autor, quien ha contado que trata de tener casi todo pensando e investigado antes de sentarse a escribir, no deja de ser un inventor de la realidad, logra en Cinco esquinas un relato del Perú durante el gobierno de Alberto Fujimori, un régimen corrupto asediado por la violencia, un descarnado retrato y también un apasionado alegato a favor de la libertad de prensa, donde la maniobras del régimen se sobreponen a una historia con tintes de comedia sexual.
“Abran la última novela de Vargas LLosa, lean las primeras 10 páginas y díganme que el caballero no está en plena forma. El arranque impecable, a ritmo sostenido, compacto, deliciosamente lúbrico, está a la altura de sus mejores novelas. Luego viene esa arquitectura narrativa, sólo aparentemente fácil de levantar, en la que hace caber mucho de lo que lo distingue como gran novelista: la provocación sexual juguetona y llena de socarronería; la crónica política en contextos históricos reales que sin ser una reflexión nos ayuda a hacerla”, afirma en un artículo el escritor mexicano Julio Patán.
Los padres de Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, Ernesto Vargas Maldonado y Dora Llora Ureta, se separaron meses antes de su nacimiento, por lo que pasó su infancia entre Cochabamba (Bolivia) y las ciudades peruanas de Piura y Lima. El divorcio y posterior reconciliación de los padres se tradujo en frecuentes cambios de domicilio y colegio. Hasta los 10 años, se le hizo creer que su padre había fallecido, pero a esa edad se encontró con su padre por primera vez, quien sería un figura central en su destino, sobre todo por la repulsión de su padre hacia su vocación literaria, que nunca llegó a comprender.
“Tuve una relación desastrosa con mi padre, y los años que viví con él, entre los 11 los 16, fueron una verdadera pesadilla”, afirma. Su padre lo envió interno a la Academia Militar Leoncio Prado, donde curso el 3 y 4 años de secundaria y soportó un férrea disciplina.
En su novela como El pez en el agua (1993), relata cómo descubrió el miedo el día que conoció a su padre y cómo esto “desbarató” su vida. Al referirse a su primera novela La ciudad y los perros (1962), afirma que a su padre le debe el amor a la libertad, “en gran parte por la manera como imponía su autoridad, y además sin saberlo, fue quien me dio el tema de mi primera novela, por haberme metido en un colegio militar, porque allá me volví un escritor profesional”.
A los 16 años inició su carrera literaria y periodística con el estreno del drama La huida del inca (1952). En 1953 ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, en Lima, donde estudió letras y derecho, a pesar de desaprobación de su padre. En 1955, decidió casarse clandestinamente con Julia Urquidi, hermana de su tía política por parte materna, quien era 10 años mayor que él. Desempeñó trabajos diferentes entre los que están el de redactor de noticias en Radio Central, catalogar libros o revisar los nombres de las tumbas de un cementerio.
Por esos años inició con seriedad su carrera literaria, publicó su relato, El abuelo, en el periódico El comercio, en 1956, y un año después el conjunto de cuentos titulado Los jefes. A finales de 1957 se presentó a un concurso de cuento organizado por La Revue Française, una publicación francesa dedicada al arte. Su relato titulado El desafío obtuvo el primer premio, que consistía en una visita a París.
En 1959 viajó a España con la Beca "Javier Prado" para hacer un doctorado en la Universidad Complutense de Madrid; obtuvo el título de doctor en filosofía y letras, y decidió instalarse en París, en donde trabajó como profesor de español en la Escuela Berlitz, locutor en la ORTF francesa, y periodista en France Presse.
Mario Vargas Llosa alcanzó la fama en los sesenta del siglo XX con novelas como La ciudad y los perros (1962); La casa verde (1965), que lleva por título el nombre de un burdel de Piura, un texto experimental sobre la miseria y la violencia donde se dan cita muchas historias, fábulas y argumentos; y Conversación la Catedral (1969) que comienza con esta pregunta ¿En qué momento se había jodido el Perú?", una obra que el autor coloca entre sus preferidas. En ella, el protagonista, Zavalita, un periodista y una especie de alter ego del creador, mantiene una conversación de cuatro horas en el bar La Catedral con Ambrosio, un hombre negro que trabaja en la perrera y que antes fue el chofer de Zavalita.
A partir de La ciudad y los perros, quedó consagrado como una de las figuras fundamentales del boom de la literatura hispanoamericana. Al igual que otros autores de esa corriente, su obra rompió con los cauces de la descripción tradicional al asumir las innovaciones de la narrativa extranjera, y adoptar técnicas como el monólogo interior, la pluralidad de puntos de vista o la fragmentación cronológica, puestas por lo general al servicio de un crudo realismo.
“Sus obras representan un encuentro afortunado entre las preocupaciones políticas y las exigencias artísticas. Mario Vargas Llosa destaco del boom como un intelectual con el que habrían de discutir las siguientes generaciones”, señala en un artículo reciente el crítico literario Christopher Domínguez Michael.
En 1964, e escritor regresó al Perú, se divorció de Julia Urquidi, realizó un segundo viaje a la selva donde recoge material sobre el Amazonas y sus habitantes, que le sirvió para algunas de sus novelas. En 1965 viajó a La Habana, donde formó parte del jurado de los Premios Casa de las Américas y se integra al Consejo de Redacción de la revista Casa de las Américas, hasta 1971, cuando marcó un distanciamiento del régimen cubano.
Ese mismo año se casó con su prima Patricia Llosa con la que tuvo tres hijos: Álvaro (1966), Gonzalo (1967) y Morgana (1974). En 1967 trabajó como traductor para la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) en Grecia, junto a Julio Cortázar; y su vida transcurre en Europa, con residencias alternas en París, Londres y Barcelona.
En 1975 fue nombrado miembro de la Academia Peruana de la Lengua, y en 1976 es elegido presidente del Pen Club Internacional, cargo que ocupó hasta 1979.
El novelista publica La orgía perpetúa (1975), un ensayo en el que analiza una de las novelas que marcó su carrera como escritor, Madame Bovary de Flaubert, que considera la primera novela moderna y en la que también hay algo autobiográfico. En 1977 escribió La tía Julia y el escribidor, en la que narra la relación con Julia Urquidi, cuando él tenía 19 años, una polémica historia de amor, que le sirvió para trabajar con los límites entre realidad y ficción.
En Perú presentó el programa televisivo La Torre de Babel y en 1983 presidió la Comisión Investigadora del caso Uchuraccay, dedicado a resolver el asesinato de ocho periodistas. A finales de los ochenta entró en el mundo de la política en Perú como defensor de las ideas liberales, en 1987 se perfiló como líder al mando del Movimiento Libertad, que se opone a la estatización de la banca que proponía el entonces presidente Alan García Pérez.
En 1990 participó como candidato a la presidencia de Perú por la coalición política centro-derecha Frente Democrático (Fredemo). Luego de dos peleados procesos electorales (primera y segunda vuelta), pierde las elecciones y regresa a Londres, donde retomó su actividad literaria.
En ese tiempo publicó La verdad de las mentiras (1990), un ensayo que lleva por título una las frases preferidas del autor en relación con la literatura: “la verdad de las mentiras”, en él reúne ensayos sobre 25 novelas y relatos de diferentes autores del siglo XX.
En marzo de 1993 obtuvo la nacionalidad española, sin renunciar a la peruana. En 1994 es nombrado miembro de la Real Academia Española, y ese mismo año ganó el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en Lengua Castellana; posteriormente recibe el Doctorado Honoris Causa en numerosas universidades. En 1996 es reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. La obra del autor La guerra del fin del mundo (1981) ha sido traducida a más de 40 idiomas.
“La novela en Latinoamérica no sería la misma sin la obra de Mario Vargas Llosa. Sus novelas han venido a demostrar el vigor de la literatura en español fuera de España. Vargas Llosa ha logrado conjuntar eso que el lector siempre agradece: estilo pulido, concisión, estructuras imaginativas, diálogos reveladores y temas de actualidad”, asegura el también novelista David Martín del Campo en entrevista con la Secretaria de Cultura.
“Heredero natural de la mejor novelística francesa (Flaubert y Stendhal), no sólo ha escrito ensayos para homenajearlos, sino que se ha asumido como un discípulo de su arte narrativo en ese gozo evidente que tiene por ‘contar’. Para bien y mal, no podemos callar un hecho: es el escritor (vivo) más importante en lengua española, y así lo demuestran los premios que ha recibido, incluyendo el Nobel de Literatura”, consideró David Martín del Campo.
Aficionado al futbol, Mario Vargas Llosa es un experto en estadísticas de este deporte y durante el Mundial España 1982, ejerció como periodista deportivo. Se ha declarado melómano, asegurando que siente una especial predilección por Gustav Mahler. Ha sido profesor visitante y escritor residente en universidades de países como Inglaterra, Estados Unidos, Puerto Rico, Alemania o España. Colabora en El País, Le Monde, The New York Times y en la revista Letras Libres escribiendo prolíficamente crítica literaria y periodismo.
Varias de sus novelas han sido llevadas al cine como Los cachorros (1967), que nace de su cuento Pichula Cuéllar, que retrata el paso de la infancia a la madurez de un grupo de chicos de la alta sociedad limeña, su protagonista, Pichula Cuéllar, de niño es atacado y castrado por el perro de su colegio; Pantaleón y las visitadoras (1973), La ciudad y los perros (1962), La tía Julia y el escribidor (1977), y La fiesta del chivo (2000) una historia sobre el dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo, uno de los más crueles de América Latina, y que le llevó tres años de “duro” trabajo y sobre la que llevaba otros 25 años “fantaseando”.
Mario Vargas Llosa ha reconocido que los libros que más trabajo le costaron escribir fueron Conversación en la Catedral, La guerra del fin del mundo y la Fiesta del Chivo, por los retos que le implicaron la manera de hablar de los personajes, pero reconoce que todos los libros le han costado trabajo: “Para mi escribir no es nada fácil” advierte.
“Al igual que Gabriel García Márquez, Vargas Llosa logró sublimar la semiorfandad en la que pasó sus días de infancia. Un padre ausente, una madre abnegada, un secreto familiar que algún día habría de revelársele. Las tempranas biografías que sobre él se han escrito lo muestran como un escritor de tenacidad de acero. Cocteles, matrimonios, viajes, sí, pero sobre todo la soledad diaria ante la máquina eléctrica hoy transformada en ordenador”, agregó David Martín del Campo.
“Mario Vargas Llosa alcanza su cumpleaños –ante miles y miles de lectores– en la plenitud de sus poderes artísticos, dueño de una intachable reputación como combatiente liberal y hombre de paz y además, no es poca cosa, como un varón dueño de su destino”, concluye en su artículo de Letras Libres Domínguez Michael.

 

¡Escápate al corredor de la montaña de Hidalgo estas vacaciones!

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 3169

hidalgoqÁngeles Gallegos. México Desconocido
Éstas son las actividades que no puedes dejar de realizar durante tu próxima visita a esta increíble región hidalguense, cercana a la ciudad de Pachuca, ¡entre minas, bosques y lagos!
En Pachuca

1. Tómate una foto junto al Reloj Monumental, símbolo de la capital hidalguense.

2. Súbete al tranvía turístico, que sale todos los días justo a lado del Hotel Independencia, y emprende un emocionante recorrido por las principales vías de la ciudad para conocer sus más famosos edificios y plazas públicas. El paseo dura aproximadamente una hora con 30 minutos.

3. Si te gusta el futbol, no puedes dejar ir al Estadio Hidalgo, hogar de los Tuzos del Pachuca y presenciar un partido de esta escuadra o bien, al otro día, conocer el nuevo Museo-Salón de la Fama del Futbol Nacional e Internacional, alojado dentro de un enorme balón visible desde cualquier punto al sur de “la bella airosa”.

4. Conoce el Ex Convento de San Francisco, una de las construcciones religiosas más antiguas de Pachuca en cuyo antiguo claustro se aloja una de las fototecas más impresionantes del mundo y que atesora el importante archivo de Casasola con importantes imágenes que registran el México de la época de la Revolución.

5. Si te interesa saber cómo se trabajaba al interior de una mina (a mediados del siglo pasado), entonces no puedes dejar de conocer la Mina de San Juan Pachuca y la Ex Hacienda de Loreto. Ahí comprenderás mucho de los métodos que se tenían en aquel entonces para “recuperar metales del centro de la tierra”.

6. Rumbo a Mineral del Chico no dejes de ir al Monumento a Cristo Rey, imponente escultura de más de 30 metros de altura que fue levantada en 1992 por iniciativa de un grupo de ex mineros agradecidos por los milagros que el Señor les otorgó para salvar sus vidas durante sus largas jornadas de trabajo. El lugar ofrece una espectacular vista de la ciudad de Pachuca y sus alrededores.

En Mineral del Chico. A 35 minutos de Pachuca.

7. Rumbo al centro de este poblado, detente a disfrutar los diferentes paradores y miradores que ofrece el increíble Parque Nacional El Chico, con más de 2,750 hectáreas llenas de bosque (de pino, encino y oyamel) y numerosas áreas verdes ideales para vivir una experiencia natural ¡al máximo!

8. Tómate una foto junto a la placa, colocada en la plaza principal, que acredita a esta bella población, que “nació entre las montañas”, como una más de las 111 que integran el programa Pueblos Mágicos de México.

9. Conoce la Parroquia de la Purísima Concepción, el monumento religioso más representativo de Mineral del Chico, con su hermosa fachada de cantera varias veces restaurada por el paso del tiempo.

En Real del Monte. A 25 minutos de Pachuca.

10. Saborea unos deliciosos pastes, el platillo típico de la región, que se ofrece en más de 30 locales establecidos a todo lo largo y ancho de este pueblo. Sus diferentes presentaciones (dulce, salado o el tradicional de pura papa y poro) sencillamente te conquistarán.

11. Toma el recorrido turístico que ofrece un curioso camioncito de dos pisos que sale de la plaza principal a un costado de la iglesia del pueblo.

12. Conoce el Panteón Inglés, donde según la tradición, la única lápida que no apunta hacia el oriente (es decir, hacia Europa) es la del payaso Richard Bell, quien, a disgusto por una serie problemas suscitados con sus propios compatriotas, solicitó que al morir, su tumba no se dirigiera hacia su nación de origen (Inglaterra), en señal de protesta en contra de todo lo que oliera a la Gran Bretaña.

13. Pregunta por el lugar donde se halla la placa que identifica el punto exacto donde se celebró , hace más de 100 años, el primer partido formal de futbol en tierras aztecas. Por ello Hidalgo es la cuna del futbol en México.

14. Ubica la Mina de Acosta con su estupendo Museo de Sitio y descubre el sorprendente mundo de la industria minera, que cambió el rostro de la región, y particularmente la fisonomía de Real del Monte, desde la época de la Colonia, y muy especialmente durante la segunda mitad del siglo XIX con la llegada de las compañías inglesas que explotaron los yacimientos de oro y plata que poseía este Pueblo Mágico hasta el momento en que estalló la Revolución en noviembre de 1910.

15. Tómate una foto en su pintoresca plaza central, decorada con una hermosa fuente y espaciosas jardineras, desde donde podrás obtener una de las mejores vistas del pueblo, y de la luna llena en aquellas noches de otoño e invierno en que este cuerpo celeste alumbra intensamente en los despejados cielos de Real del Monte.

En Huasca de Ocampo. A 45 minutos de Pachuca.

16. Rumbo al centro de Huasca de Ocampo, toma la desviación correspondiente y lánzate a descubrir los famosos Prismas Basálticos, maravilla natural que, ahora convertida en la máxima atracción de un estupendo parque ecoturístico, te sorprenderá con su magnífica caída de agua que baña a estas curiosas formaciones geológicas únicas en América. ¡No puedes dejar de conocerlas!

17. Pocos metros más adelante de los Prismas Basálticos, descubre la fantástica Hacienda de Santa María Regla, levantada durante la Colonia por Pedro Romero de Terreros para extraer el abundante oro y plata de la región. Actualmente, la construcción funciona como hotel-concepto y espacio de recreo para conocer sus antiguas bodegas y las áreas donde se beneficiaban los metales en largas jornadas de más de 20 horas. El lugar, donde también se cuentan estupendas leyendas y relatos, ha sido set de filmación para varias novelas y películas entre las que destaca La Máscara del Zorro, protagonizada por Antonio Banderas en 1998.

18. Camina por las principales calles del Pueblo Mágico y adquiere todo tipo de artesanías típicas de la región como cerámica, trabajos en herrería, textiles y juguetes de madera.

19. Conoce la hermosa Hacienda de San Miguel Regla, antigua propiedad y hogar del mismo conde Romero de Terreros. Aquí podrás hospedarte y gozar de estupendos escenarios arbolados y rodeados de numerosos lagos y estanques que te harán sentir al máximo el contacto con la naturaleza. Muchos describen a este lugar como “el sitio más romántico de México”.

20. En Huasca no puedes perder la oportunidad de rentar una cuatrimoto y lanzarte a descubrir otra maravilla natural cercana al centro del poblado: el Cañón de la Peña del Aire, con estupendas panorámicas de la sierra hidalguense. ¡Una experiencia que sencillamente no puedes perderte!

 

¿De qué sirve conocer la diversidad de vidas?

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 2829

diversidadFabio Cupul Magaña. Algarabía
Desde que la vida surgió en la Tierra su amplia variedad de especies han sufrido colapsos a lo largo de millones de años.
La vida como ahora la conocemos sólo se halla en nuestro planeta. A lo largo de millones de años se ha forjado un camino por el que han deambulado una amplia variedad de seres vivos1 , algunos de los cuales lograron perdurar sin cambios hasta nuestros días y otros, la gran mayoría, se rezagaron y desaparecieron para nunca más volver a existir.
Miles de millones de especies han existido en el planeta y se calcula que 99% de ellas ha desaparecido.

La diversidad de la vida
Existe evidencia de, al menos, cinco extinciones masivas en el pasado. La más célebre es la que hace 65 millones de años llevó a la ruina a los famosos dinosaurios y en la que, además, 50% de todas las especies conocidas se desvanecieron.
Mira también Biodiversidad: El reino animal
Las diversas formas de vida que apreciamos a nuestro alrededor son el resultado de su capacidad de adaptación —a partir de procesos evolutivos— a los distintos ambientes que el mundo les ofrece. Hasta el momento, los científicos han logrado determinar que compartimos esta parte del Universo con cerca de un 1’750,000 especies. La mayor fracción, 925 mil, corresponde a los insectos.
Debajo de las piedras
A pesar de cuán impresionante pueda parecernos, todavía lo es más que una fracción significativa de los organismos que pueblan los distintos ecosistemas terrestres aún se encuentre encubierta. Se estima que faltan por descubrir entre 30 y cien millones de especies y, lamentablemente, una parte importante de ellas quedará en el anonimato, no sólo por su extinción natural, sino también por la modificación y destrucción de sus hábitats, debidas a la acción del hombre, especialmente en las selvas tropicales.
Para darnos una idea del ritmo con el que los investigadores descubren especies en la actualidad, echemos un vistazo a la revista científica internacional Zootaxa, la cual publica trabajos —casi semanalmente— sobre el hallazgo de nuevos animales a lo largo y ancho de la faz de la Tierra.
Si consideramos sólo los datos que proporciona esta revista, hablamos de casi tres especies nuevas descritas por día, o una cada ocho horas.

Los científicos realizan descubrimientos de nuevas especies no sólo durante sus exploraciones por lo recóndito de valles y montañas, entre la exuberancia selvática de exóticos países tropicales o bajo el yugo del calor de los desiertos; también los concretan cuando escudriñan los anaqueles de viejas colecciones de museos.
Por ejemplo, en 2007, una expedición dirigida por investigadores del Fondo Mundial para la Naturaleza, que tenía como objetivo inventariar la biodiversidad de Vietnam, identificó once nuevas especies de plantas y animales, y en 1996, el científico W. P. MacKay descubrió una nueva especie de hormiga de Colima, que se encontraba erróneamente clasificada en una colección del Museo Americano de Historia Natural.
¿Para qué diablos sirve conocer la biodiversidad de la Tierra?
En primer lugar, al contar con una lista de especies podremos establecer cuáles nos son útiles como alimento, compañía, abrigo o fuente de algún medicamento para curarnos o protegernos de las enfermedades actuales y futuras.
En segundo lugar, si ignoramos a las especies o, peor aún, si las destruimos —en especial aquellas a las que no damos un valor comercial—, simplemente no sabremos cuáles serán las consecuencias de estas acciones sobre nuestra propia supervivencia como especie humana.
Finalmente, saber que compartimos el planeta con otros seres vivos nos convierte, no sólo en seres conscientes de la otredad, sino también en mejores personas, ya que sólo observar los bellos colores de las aves, escuchar el canto de las ballenas jorobadas o experimentar el cosquilleo de las patas de una mariposa cuando se posa en nuestras manos, es motivo suficiente para sentirnos felices.

 

¿Usted camina tranquilo?

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 26 Marzo 2016 Visto: 2802

tranquiloLorenza Torrente Alba. Algarabía
Te explicamos un fenómeno lingüístico –conocido también como metábasis–, del cual preguntan mucho y resulta bueno conocerlo.
adverbialización de los adjetivos es otra tendencia propia de la lengua española que ha alcanzado en México un alto grado de desarrollo»1 , afirma Juan Lope Blanch.
Caminó tranquilo por la plaza.
En lugar de:
Caminó tranquilamente por la plaza
El adjetivo
La función del adjetivo es determinar o calificar al sustantivo, cualquiera que sea el oficio que éste desempeñe en la oración. Esta determinación puede expresarse, bien por simple asíndesis —unión entre proposiciones—:
El perro negro y viejo
O bien, por medio de una oración atributiva con los verbos ser o estar:
El perro es negro y viejo.
En español, el adjetivo puede preceder o seguir al sustantivo al que se refiere, pero su valor cambia en uno u otro caso; ambos —sustantivo y adjetivo— comparten género y número.
El adverbio
Los adverbios, como los adjetivos, son palabras calificativas o determinativas, aunque estas modificaciones afectan directamente al verbo, al adjetivo o a otro adverbio y no sólo al sustantivo, como en el caso de los adjetivos.
La mayor parte de los adjetivos del español poseen la propiedad de formar adverbios de modo, mediante la adición del morfema -mente.
feliz-felizmente rápido-rápidamente loco-locamente
Adverbialización del adjetivo
La adverbialización del adjetivo puede simplemente usarla para calificar verbos y no sólo sustantivos1 :
El joven corrió rápido
Rápido no califica al sujeto, sino especifica al verbo correr, pues rápido —que es un adjetivo— funciona como si fuera un adverbio de modo, como si respondiera a la pregunta: ¿cómo corrió el joven? El joven corrió rápidamente.
La adverbialización de un adjetivo es un cambio lingüístico cada vez más frecuente en español

Esto corresponde a un fenómeno lingüísitco llamado metábasis, por el cual una palabra que corresponde a una determinada categoría gramatical pasa a desempeñar una función que corresponde a otra –como también un adjetivo puede transformarse en sustantivo–. Algunos adjetivos que cumplen la función adverbial son:
Hay adverbializaciones del adjetivo en las que es imposible cambiar el adjetivo por un adverbio terminado en –mente y por eso son muy usuales.
Es preciso aclarar que los adjetivos que se acentúan conservan la tilde aún y cuando se convierten en adjetivos con -mente. Ejemplo: estúpido-estúpidamente.
Por último, también hay adverbialización cuando el adjetivo desempeña la función propia de un adverbio. En estos casos, es invariable como el adverbio y no admite morfemas de género ni de número, por ejemplo: Te ruego que hables claro./ Esos jugadores no juegan limpio.

 

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