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Cultura y Espectaculos

Conoce Tecoaque; Zona Arqueológica ubicada en el municipio de Calpulalpan

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 3198

tecoaquehttp://www.inah.gob.mx/es/boletines/2738-comienza-nueva-temporada-de-excavaciones-arqueologicas-en-zultepec-tecoaque
*** Es el sitio donde los indígenas acolhuas sacrificaron a las 550 personas que integraban una caravana que acompañaba al militar español en su camino a conquistar Tenochtitlan

*** Los aposentos de las unidades habitacionales fueron clausurados para mantener a los europeos y sus acompañantes cautivos hasta realizar las inmolaciones

Luego de cinco años de trabajos de gabinete, el sitio arqueológico Zultépec-Tecoaque, en Tlaxcala —donde a principios de la Conquista de México indígenas acolhuas sacrificaron a 550 personas que integraban una caravana que acompañaba a Hernán Cortés—, vuelve a ser explorado por arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en búsqueda de vestigios que permitan conocer cómo vivieron los cautivos antes de su inmolación.

Como parte de los avances en la excavación que comenzó en agosto pasado y se prolongará hasta diciembre próximo, los arqueólogos Enrique Martínez Vargas y Ana María Jarquín Pacheco, responsables del Proyecto Arqueológico Zultépec-Tecoaque, dieron a conocer el descubrimiento de áreas de cautiverio donde se retuvo a los miembros de una caravana de Cortés, ubicadas dentro de las unidades habitacionales del sitio acolhua perteneciente al señorío de Texcoco. Se trata, dijo Enrique Martínez, de cuartos encerrados, áreas reservadas donde los indígenas mantuvieron a los prisioneros.

La exploración en las áreas habitacionales deja ver que los integrantes de esa caravana fueron repartidos en diferentes conjuntos de aposentos, tal vez con la finalidad de que los acolhuas los vigilaran, detalló Enrique Martínez. Resaltó que en este caso no se puede usar el concepto de esclavitud, porque no hay indicios de ello, sólo es posible inferir que el grupo estuvo en cautiverio para ser sacrificado.

Explicó que todo el sitio fue sometido a un cambio arquitectónico importante para dar cabida a medio millar de personas que se sumaron intempestivamente a la población local durante ese lapso (junio de 1520 a marzo de 1521), lo cual se explica porque se ha encontrado rastro de la construcción de nuevos cuartos para albergar a los habitantes del asentamiento, quienes desocuparon sus habitaciones para encerrar a los cautivos.

Las evidencias arquitectónicas se suman a los vestigios de materiales descubiertos en temporadas pasadas. Hasta este momento, el trabajo de gabinete ha clasificado 15 mil objetos. Entre los vestigios destacan decenas de cabezas de figurillas de cerámica que fueron degolladas; unas tienen fisonomía hispana, otras rasgos negroides; una escultura miniatura representa un ángel y otra con un rostro de un demonio con cuernos de cabrío.

Se han clasificado cajetes aztecas en cuyo fondo está grafiteada una cruz cristiana. Esos elementos estaban dispersos en los aposentos y en algunos entierros, que con la excavación para recuperar su aspecto arquitectónico se han encontrado encerrados.

El arqueólogo explicó que durante la primera fase del proyecto, entre 1993 y 2010, se exploró el área ceremonial, conformada por la plaza Central, donde están los templos dedicados a Ehécatl-Quetzalcóatl, deidad del viento, y Tezcatlipoca, dios del cielo y de la tierra; la plaza Sur con sus templos a Tláloc, dios de la lluvia, y a Mictlantecuhtli, deidad de la muerte; la plaza de uso común y una parte del área habitacional.

En los espacios habitacionales se encontraron los restos de los miembros de la caravana con señas de haber sido inmolados en diferentes rituales que se llevaron a cabo a lo largo de seis meses para conmemorar diversas festividades marcadas en el calendario mexica, como la celebración de Panquetzaliztli, la más importante dedicada a Huitzilopochtli. Por estudios de antropología física y los objetos asociados, se sabe que los sacrificios localizados en la plaza Central se llevaron a cabo en honor a Huitzilopochtli, Tezcatlipoca y Quetzalcóatl; los de la Sur, a deidades relacionadas con eventos agrícolas.

El especialista del INAH-Tlaxcala calcula que todos los miembros de la caravana fueron inmolados. Algunos se colocaron en un tzompantli, con otros se elaboraron huesos trofeo para ser colocados en los espacios habitacionales.

La finalidad de las inmolaciones, explica Enrique Martínez, fue pedir la protección de las deidades frente a la llegada de gente extraña. La distribución de los cuerpos remite a mitos mesoamericanos de origen, lo que habla de la angustia que vivieron al enfrentar al conquistador. El sitio muestra que la Conquista no fue fácil. El episodio en Tecoaque habla de algo inédito en la historia de México porque no hay evidencias arqueológicas que revelen una resistencia.

Enrique Martínez recuerda que los estudios han revelado la presencia de personas de diferentes razas, no sólo españoles: negros, zambos y mulatos, que con seguridad fueron traídos por Cortés desde Cuba, donde las razas ya se habían mezclado. Así como de mesoamericanos que se fueron adhiriendo a la caravana, principalmente totonacos y tlaxcaltecas. Destaca la presencia de cerca de 50 mujeres adultas, unos 10 niños de meses hasta los tres años de edad y animales europeos.

Enrique Martínez resalta el descubrimiento de un nuevo aljibe en las unidades que se excavan, que se suma a 12 que ya habían sido hallados, algunos de ellos fueron explorados en etapas anteriores. En los próximos meses se explorarán este nuevo y otros dos, pues en estos depósitos construidos para almacenar agua, los acolhuas escondieron muchos objetos de la caravana con el fin de que el ejército de Cortés no los encontrara.

En los aljibes explorados con anterioridad se descubrieron alrededor de 200 objetos europeos: una espuela de caballo, un camafeo, clavos de hierro, anillos, figurillas y cerámica vidriada. Resaltan los restos de cerdos sacrificados. Dicho animal fue el único que no consumieron los acolhuas, destaca Enrique Martínez.

Enterado Hernán Cortés de la matanza de su gente, dio instrucciones a Gonzalo de Sandoval de destruir Tecoaque. El asentamiento quedó devastado. Los acolhuas huyeron y algunos fueron alcanzados y matados. De este último episodio, el arqueólogo también busca indicios y justo a mediados de septiembre, durante la actual temporada de campo, descubrió en una de las unidades habitacionales un conglomerado importante de cerámica prehispánica fragmentada, en especial recipientes de uso cotidiano y la escultura de un perro, además de un plato de cerámica mayólica completo.

El investigador explicó que es muestra clara de un abandono intempestivo. Por alguna razón la población acolhua concentró toda la cerámica en ese espacio y cuando cayeron los muros de las habitaciones la quebraron y la cubrieron por siglos. El evento debió ocurrir al enterarse de que los militares españoles se dirigían a castigarlos. Entonces también se apuraron a esconder las evidencias de la caravana en los aljibes.

El arqueólogo comentó que en las primeras temporadas estudiaron el sacrificio humano y los rituales, pero no se conocían las características de la vida de la caravana a partir de su cautiverio. En esta temporada se excavarán cuatro unidades habitacionales con la esperanza de obtener datos al respecto. Con dicho espacio quedará explorado el 20 por ciento de la zona arqueológica, cuya extensión total es de 32 hectáreas.

“El sitio tiene que explicarnos qué ocurrió en esos seis meses cuando murió tanta gente. La información de Tecoaque es muy importante para la historia de la Conquista de México, porque nos habla de un contacto, quizá el primero antes de que Cortés entrara a Tenochtitlan”, concluye Enrique Martínez Vargas.

 

Audrey Hepburn

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 2961

audreyLuigi Martínez. Algarabía.
La forma: ojos almendrados, nariz aguileña y todas las letras de la palabra encanto vertidas en 50 kilogramos de inigualable porte. El fondo: un alma noble y dedicada, ícono de la historia del cine y ejemplo de humanidad. El nombre: Audrey Hepburn.
«Tengo más sex appeal en la punta de la nariz que muchas mujeres en el cuerpo entero».
Audrey Hepburn

Llegó al mundo el 4 de mayo de 1929. De padre irlandés, madre holandesa, nacionalidad británico-belga y consagración profesional norteamericana, Audrey1 vivió su niñez en un mundo enmarcado por la guerra, pero aligerado por la danza y las artes dramáticas, mismas a las que dedicó años de estudio y en donde encontró un refugio y escape a su realidad.
De pequeña soñaba con ser bailarina, mas el modelaje y el cine se cruzaron en su camino para cambiar no sólo sus ideales, sino su vida entera.

Fue su carisma, su capacidad para expresarse en más de cuatro idiomas, su físico —que rompía los arquetipos estéticos de la época—, su increíble talento o quizá la combinación de todo lo que, contra todo pronóstico, llevó a Audrey a la cima de la industria cinematográfica.
Después de participar en proyectos que la dieron a conocer —el primero de ellos, Dutch in Seven Lessons (1948), seguido de musicales, obras de teatro y otros filmes en los que interpretó papeles secundarios—, Audrey se consagraría como estrella en 1954, al protagonizar Roman Holiday, comedia de William Wyler que marcó una pauta en la carrera de la actriz y que detonó una época de total reconocimiento internacional.
Roman Holiday, coprotagonizada por Gregory Peck, hizo a Hepburn merecedora de un premio Oscar como Mejor Actriz.
En aquel momento, la carrera de Audrey subía como espuma y dejaba a su paso clásicos como Sabrina (1954), A Nun’s Story (1959), Breakfast at Tiffany’s (1961) y Wait Until Dark (1967), títulos que la colocarían durante casi una década en las listas de nominadas al máximo premio de la Academia.
En 1964, Audrey protagonizó My Fair Lady —de George Cukor—, adaptación musical de la obra de teatro homónima que conseguiría ocho premios Óscar, incluyendo el de Mejor Película, Mejor Actor y Mejor Director.
«Wouldn’t It Be Loverly», My Fair Laidy (1964)

Con el paso del tiempo, nuevas películas, nuevos intereses y nuevas experiencias —entre ellas, sus dos matrimonios y el nacimiento de sus hijos— alejarían a Audrey de los estudios de manera temporal y le permitirían encontrarse con una parte de sí que buscaba con ansias devolverle a la vida lo bueno que de ella había recibido.
Así, luego de convertirse en una de las pocas ganadoras simultáneas del Emmy, el Óscar, el Tony y el Grammy, decidió mudarse a una casa de campo en Suiza para volcar su atención a las necesidades, intereses e ideales personales.
La vida personal de Hepburn se vio pautada por dos matrimonios: el primero con el actor Mel Ferrer, con quien tuvo un hijo, Sean. Durante esta etapa de su vida, Audrey sufrió de cinco abortos que deterioraron la relación con Ferrer y que, al final, orillarían a la pareja a divorciarse.
Tiempo después, Audrey conoció a Andrea Dotti, un médico italiano trece años menor que ella con quien tendría a su segundo hijo, Luca.
Guerra y paz
Audrey conocía la guerra. La vivió de cerca durante su infancia y fue siempre consciente de los muchos cambios que su mundo necesitaba. Por ello, cada historia sobre el horror y la tragedia provocados por la guerra llegaban hasta la médula de su ser:
«Tenía exactamente la misma edad que Ana Frank. Ambas teníamos 10 años cuando empezó la guerra, y 15 cuando acabó. Un amigo me dio el libro de Ana en holandés en 1947. Lo leí y me destruyó. El libro tiene ese efecto sobre muchos lectores, pero yo no lo veía así, no sólo como páginas impresas; era mi vida. No sabía lo que iba a leer. No he vuelto a ser la misma, me afectó profundamente».
Así, inspirada por imágenes y recuerdos de su infancia, Hepburn dedicó gran parte de su adultez a misiones de responsabilidad social que incluyeron viajes a Sudán, El Salvador, Guatemala, Honduras, Vietnam y Somalia para brindar apoyo a los más necesitados en dichas regiones.
En 1989, Audrey Hepburn fue nombrada Embajadora de la UNICEF.

La vida de Hepburn le dio al mundo múltiples caras, todas parte de un mismo ser que, tan consciente de su realidad como cercana a cualquiera que le rodeara, brillaba y dejaba huella a su paso.
Así, a pesar de que sus últimos proyectos fílmicos no recibieran las mejores críticas, la sola participación Audrey logró consolidar los títulos como joyas del cine ante los expertos.
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El 20 de enero de 1993, Audrey Hepburn falleció en Suiza como consecuencia de un cáncer de colon, a los 63 años. Sin embargo, a más de dos décadas de su muerte, su huella vive en cada una de sus películas, en el legado de su labor social y, sobre todo, en el recuerdo y la inspiración que a su paso dejó.
«La vida es dura. Después de todo, te mata».

FILMOGRAFÍA
Dutch in Seven Lessons (1948)
The Lavender Hill Mob (1951)
Young Wives’ Tale (1951)
One Wilde Oat (1951)
Nous irons à Monte Carlo —Música en Monte Carlo— (1951)
The Secret People (1952)
Roman Holiday —La princesa que quería vivir— (1953)
Sabrina (1954)
War and Peace —La guerra y la paz— (1956)
Funny Face —Cenicienta en París— (1957)
Ariane —Romance al amanecer— (1957)
Green Mansions (1959)
The Unforgiven —Lo que no perdona— (1960)
The Children’s Hour —La mentira infame— (1961)
The Nun’s Story —Historia de una monja— (1959)
Breakfast at Tiffany’s —Muñequita de lujo— (1961)
Charade —Charada— (1963)
My Fair Lady —Mi bella dama— (1964)
Paris When It Sizzles —Encuentro en París— (1964)
How to Steal a Million —Cómo robar un millón de dólares— (1966)
Two for the Road —Un camino para dos— (1967)
Wait Until Dark —Espera la oscuridad— (1967)
Robin and Marian —Robin y Marian— (1976)
Bloodline —Lazos de sangre— (1979)
They All Laughed—Nuestros amores tramposos— (

 

¿Qué significa «escribir bien»?

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 3000

escribirIlah De La Torre. Algarabía.
No es lo mismo «lamentarte por la pérdida de tu hermana» que «lamentarte por la perdida de tu hermana». Al escribir, un signo puede hacer toda la diferencia.
El error en el que generalmente se incurre cuando escribimos es querer «transcribir» como hablamos. Esto puede crear una serie de confusiones extrañas o cómicas, como «La perra de mi hermana Nicky», en lugar de «La perra de mi hermana, Nicky» para referirse a la mascota de su hermana y no a que su hermana es una tal por cual —a menos de que ésta sea la intención—. El lenguaje oral tiene sus propias condiciones de comunicación.
Uno puede hablar como se le antoje porque echa mano de muchos recursos que le permiten transmitir el mensaje; por ejemplo, los gestos, la entonación, el contexto, la relación que hay con la persona a la que nos dirigimos, etcétera.
La base de todo esto se encuentra en que cuanto comuniquemos sea interpretado como deseamos.

Pero en la escritura necesitamos apoyarnos en las herramientas gramaticales,
 de acentuación y de redacción para que la comunicación sea efectiva. Estas herramientas son nuestros gestos, nuestra entonación, nuestro contexto: son el vehículo mediante el cual nos damos a entender cuando escribimos.
Mira: 10 tips para hablar y escribir mejor
Escribir bien no es exclusivo de literatos, no es un lujo de unos cuantos ni tampoco aprender a hacerlo correctamente es una tarea engorrosa y complicada. sólo hay que empezar con algo básico: la escritura y el habla son dos lenguajes distintos y, como tales, cada uno tiene sus propias características y riquezas.
Escribir bien
Una de las ventajas de la lengua oral es que si tenemos
 algún error, podemos corregirlo inmediatamente. Pero en 
la escritura es distinto: un error puede costarnos desde una simple confusión o malentendido hasta millones de pesos —sin exagerar—. Por ejemplo, de una situación seria, una simple coma puede cambiar todo el sentido y hacer de ese momento algo cómico o incluso ofensivo para algunos.
En un periódico español, cuando se intentó dar la noticia de que Nelson Mandela había muerto, el encabezado decía: «Muere, Mandela». Esa coma cambia todo el sentido de la noticia.
Escribir incorrectamente no sólo puede provocar malentendidos, sino que, al final de cuentas, no se consigue transmitir el mensaje.

En lugar de decir que el expresidente de Sudáfrica falleció, la oración se vuelve imperativa, es decir, se pide que Mandela muera. Asimismo, demuestra cómo la ausencia o presencia de un solo signo de puntuación puede hacer una gran diferencia. En consecuencia, la comunicación resulta fallida y, como en el caso anterior, las repercusiones pueden ser graves.
Lee también: Manual para escribir bien
Pero, entonces, ¿qué significa «escribir bien»? ¿Es únicamente saber en dónde va una coma, un punto, un guión? ¿Es emplear correctamente los acentos; saber en dónde va una palabra, cuándo no va? ¿Estar consciente de que el significado de las palabras no es el mismo en todos los contextos? ¿o que detrás de quien escribe existen presuposiciones y expectativas que influyen en el modo en que se exprese un mensaje? Sí y no. Sí es importante saber al menos lo básico de todo esto y más reglas generales de la escritura porque permiten que escribamos mejor y que, por tanto, consigamos darnos a entender.
No es lo mismo escribir que hablar, por necia que sea esta afirmación.
Es imprescindible conocer todo esto porque hay que tener en cuenta que no es lo mismo transmitir una idea hablando que escribiendo. En la escritura es necesario —casi podríamos decir, obligatorio— respetar ciertas «reglas», ya que es un lenguaje que requiere de esas herramientas para conseguir su objetivo final: comunicar mejor.
Y no del todo, porque para escribir mejor siempre hay que tener en cuenta el uso real del español, una lengua —como todas— viva y en constante cambio.
No cabe duda que la mayoría de la gente tiene menos dificultad al transmitir sus mensajes cuando habla que con la escritura. Para evitar confusiones y facilitar tu expresión escrita sigue leyendo acerca de esto en la edición 124 de Algarabía.

 

Carlos fomenta la danza en los jóvenes

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 3003

danzaPor Juan Luis Cruz Pérez. La Jornada de Oriente.
Aunque tiene claro que de esta actividad “nunca llegaré a ser rico monetariamente hablando”, Carlos Ramírez es un joven apasionado de la música y la danza, las cuales trata de difundir entre jóvenes menores de 15 años, pues asegura que estas expresiones artísticas enriquecen y transforman para bien al ser humano.

Él es un joven de tan solo 26 años de edad, que acogió la licenciatura en música, pero que encontró en la danza otra forma de hacer y enseñar arte, el cual difunde entre sus alumnos de secundaria, quienes “encausan esa rebeldía propia de la edad en una expresión de arte y cultura”.

Originario de la capital del estado de Puebla, Carlos tiene algunos años trabajando en Tlaxcala, en donde da clases en algunas secundarias. Ha sido tal su éxito, que las dos escuelas donde labora en la entidad, lograron hacer el uno–dos en el concurso estatal de danzas y bailes regionales de instituciones de enseñanza privada.

Eso lo logró para las escuelas Juan Díaz y el Instituto Cuauhtémoc de Zacatelco, que este año arrasaron en el concurso estatal en la materia, colocando a sus planteles como las principales exponentes de la danza regional mexicana.

Carlos trajo a Tlaxcala dos de las principales danzas que se ejecutan en la sierra norte del estado de Puebla, como son la de los Migueles de la comunidad de San Miguel Tzinacapan y la de los hue–hues de Cuetzalan, las cuales ahora son desarrolladas con maestría por hombres y mujeres menores de 15 años de edad.

“El poder expresar a través de la danza una serie de sentimientos es muy posible y ahora lo hacemos con estos jóvenes que han encontrado en la danza un desfogue para su rebeldía, porque si bien al principio esta actividad era aburrida para ellos, ahora ellos mismos son los que exigen una mayor preparación y dificultad en las piezas que ponemos”, refiere el licenciado en música metido a instructor de danza.

Este miércoles, en la sede del Congreso local, Carlos presentó a sus dos grupos de danza. El llamado Juan Díaz presentó la pieza con la cual obtuvo el primer lugar del concurso, como es la danza de los Migueles, que es ejecutada en la comunidad San Miguel Tzinacapan del municipio de Cuetzalan.

“Esta danza representa la lucha del bien contra el mal, la batalla de lucifer y el arcángel Miguel cuando el primero fue expulsado del cielo. En la danza intervienen tres personajes principales: San Miguel, San Gabriel y San Cristóbal, así como tres pequeñas maringuillas y conjuntamente con el ejército de ángeles. Durante la representación, los danzantes realizan diálogos denominados relaciones. Los sones de esta danza son interpretados con violín y guitarra”, explica el espigado maestro.

La indumentaria consta de un pantalón de manta y una especie de vestido en satín para los ángeles con motivos en lentejuelas; portan también un cinturón en forma de rombo de la misma tela. Como parte de sus accesorios, cuentan con una cruz, un casco, una espada y unas alas hechas totalmente de madera y pintadas en color dorado. Las maringuillas llevan un vestido blanco que simboliza la pureza (pues representan a la virgen María); sus accesorios son una cruz de madera y una corona del mismo material, acompañados de un paliacate que van meneando al ritmo del son. El diablillo lleva un mameluco en color negro que le cubre la cabeza y una máscara con cuernos y la lengua de fuera que claramente representa a su personaje; en la mano porta un tridente.

“Todas estas danzas me hicieron investigar desde su historia y desde luego su música, lo cual nos permitió que los jóvenes la sientan suya y hasta disfrutan actuarla”, refiere Carlos.

La otra danza con la que ganó el segundo lugar el Instituto Cuauhtémoc es la de los “Hue–Hues”, la cual tiene un sentido agrícola–astronómico, ya que los pasos se ejecutan en cruz, como símbolo de los cuatro puntos cardinales y en círculos, como símbolo de la rotación del tiempo.

La vestimenta de los danzantes consta de un penacho confeccionado con plumas de ave, una capa, un pañuelo y maracas para acompañar el ritmo del baile y la ejecución del mismo. También utilizan un armazón de madera y una pieza en forma de cruz llamada “cruceta”, a la cual se suben cuatro danzantes y la hacen girar sobre un eje para representar el vuelo del Quetzal.

–¿Carlos es un apasionado de esta actividad?–, se le inquiere.

–Claro que sí, vivo de y para esto. La danza y la música son mi amor y pasión, porque aunque soy licenciado en música, me he desarrollado en otras disciplinas como el teatro y la danza y, desde luego, la música.

Sin embargo, admite que pese a la pasión que le imprime, los resultados financieros no son los que desearía, aunque su satisfacción es intangible, pues ésta se le reboza en el alma.

“La cultura del arte está muy desvalorizada, trabajando en esto no se llega a rico, pero lo más importante es difundir la cultura, el arte y sembrar el amor a las bellas artes y en eso estoy, quiero influir en las nuevas generaciones para que se apasionen de las bellas artes”, concluye el maestro.

 

Diálogo con la desilusión en la obra de Alejandro Espinosa Fuentes

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 3475

dialogo“La mayor apuesta de mi novela es el lenguaje”, afirma el joven escritor mexicano, quien charló con Excélsior acerca de su más reciente título: Nuestro mismo idioma
MARIO ALBERTO MEDRANO. Excélsior.

CIUDAD DE MÉXICO.

Nuestro mismo idioma (FETA, 2015) narra la historia de tres protagonistas, Marina, Tomás e Itzel, que son la representación de tres distintas generaciones en la búsqueda de una identidad. Esta primera novela de Alejandro Espinosa Fuentes muestra un choque cultural y, también, un diálogo con el desencanto.
“Intenté que la novela fuera una combinación entre la estética elaborada de la prosa y el contenido de la trama; sin embargo, sí hay un privilegio hacia el idioma, sí busca en el lenguaje, de una forma arqueológica, encontrar una esencia que permita a los personajes comunicarse, porque el conflicto de los protagonistas es que están incomunicados. Cada uno de ellos, con sus armas, encuentran en las palabras su medio de expresión.

“Sí, considero que la mayor apuesta es el lenguaje, pero, al no ser una novela de tramas tensas o de buscar un culpable, porque en la novela no importan los culpables, también es fundamental el conflicto existencial de cada protagonista”, comentó Espinosa Fuentes.

Para su autor, esta novela requiere de la participación activa del receptor, “porque el narrador es poco fidedigno, no teme engañar al lector con alguna treta, ya que se aproxima al flujo de conciencia de los personajes e intenta narrar desde una aparente tercera persona, pero no sabes si tal frase o juicio lo quería decir el personaje o es el narrador quien quiere develar algo de los protagonistas.

“Para mí fue un reto esta voz narrativa, ya que la mayor parte de mis narradores los concibo en primera persona, y suelen ser muy conjeturales y en suma subjetivos; en esta oportunidad me plantee hacerlo omnisciente, pero un omnisciente al que no todo le está permitido, un poco inspirado en creadores como Gombrowicz o Kafka, cuyos narradores están muy pegados tanto a los movimientos físicos como a las ondulaciones del personaje, pero justo cuando crees que están muy unidos, el narrador se separa de ellos”, dijo.

Dentro de esta obra destaca la presencia del joven poeta Horacio Acevedo, quien será un hilo conductor entre los tres protagonistas. Respecto a la genética literaria de Acevedo, Espinosa dijo que este joven creó un mundo ficticio, “el cual es una descarga poética que empecé a elaborar en una etapa de mi vida que yo llamé ‘la era del balbuceo’”.

“Decidí confeccionar el mundo privado de un poeta, pero que no era un mundo mío, era, más bien, una conciencia ajena que se iba infiltrando en mis pensamientos. En aquellos años leía la obra completa Phillip K. Dick, especialmente la novela Ubik, la cual me impactó muchísimo, porque era un caos publicitario y metafísico, entonces esta lectura me dejó flashazos cuasi-epilépticos que empecé a expresar por medio de estos balbuceos, que son el mundo Acevedo, los cuales, además de ser poemas en esencia surrealistas, desembocaron en un discurso político. Toda esta atmósfera fantástica es una conciencia impostada cuyo único receptor es la placa de titanio que Marina Henestrosa tiene en el cráneo, porque el Mundo Acevedo es, al final, un proyecto fallido, del cual sólo Marina tiene el ‘evangelio’ para escucharlo”, explicó.

Al cuestionarlo acerca del ambiente “en norteño” de la novela, comentó que definitivamente no es una apuesta publicitaria.

“Tiene más que ver con la búsqueda de las raíces, porque pese a que soy del Distrito Federal, toda mi familia es de Saltillo. El norte me interesa más que como narco, como oasis roto, es decir, como recuerdos rotos. Un paraíso infantil, un patio de juegos, el aprender acerca de mi familia; sin embargo, en el siglo XXI esta infancia se ve anulada, hostilizada por las presiones políticas y bélicas que sumieron a Saltillo en un caos, en un miedo que antes no era característico”, finalizó.

 

Obra inédita de Cuevas

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 3009

cuevasExhiben ‘el color del amor’ que reúne 170 piezas, entre dibujo, escultura, grabado y pintura.
NOTIMEX. Excélsior.
Para celebrar los 85 años de vida del artista plástico mexicano José Luis Cuevas (1931), el museo que lleva su nombre inauguró la noche del jueves la exposición El color del amor, que reúne 170 piezas, entre dibujo, escultura, grabado y pintura.

Aunque el escultor no acudió al recinto ubicado en el Centro Histórico de esta capital, su esposa, Beatriz del Carmen, refirió que se trata de una exposición en la que se presenta obra inédita y reciente, en sus diferentes disciplinas.

La muestra, que conmemora el trabajo creativo e ininterrumpido que realiza el autor de La Giganta, estuvo acompañada por la voz de una soprano de 18 años, quien interpretó un par de arias ante el escaso público.

Tras un breve recorrido cronológico por la vida y obra de Cuevas, Beatriz del Carmen destacó que, a la fecha, el artista continúa realizando dibujos y esculturas.

Destacó que la obra exhibida tiene un nuevo reto: el color. Y expresó su confianza de que el público que recorra las salas “se encuentre con el Cuevas actual, controvertido y, como siempre, relevante y revelador”.

En su oportunidad, la directora de artes visuales del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), Magdalena Zavala, señaló que esta exposición de Cuevas destaca por sus materiales y por indagar entorno al color y su trazo.

Señaló que acercarse al arte de Cuevas resulta hablar de la franca gestualidad “de este neofigurativismo que durante toda su generación él hizo un sello particular y que emprendió una tarea de renovación estética e intelectual desde hace más de 60 años.

“Cuevas es, sin duda, una figura fundamental de las vanguardias artísticas de Latinoamérica, quien ha ofrecido tantas posibilidades a quienes lo han mirado a lo largo de 60 años de trabajo interrumpido. Es un referente del arte nacional. Es a la vez un recuerdo y celebración de una vida dedicada a la controversia y a las artes visuales del país”, dijo.

Adelantó que el INBA se sumará a los festejos por los 85 años de Cuevas, con la mesa redonda que se llevará a cabo el próximo 14 de mayo en el Museo de Arte Moderno, un recinto que fue testigo de su crecimiento como artista.

“Así, en este espacio que muestra la generosidad al haber donado al INBA gran parte de su obra y una de las colecciones más fuertes de arte Latinoamericano, hoy lo celebramos”, expresó.

 

Rinden homenaje a Mary Ellen Mark en la ciudad que amó

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 05 Marzo 2016 Visto: 2944

mary ellenPor Alondra Flores. La Jornada.
Ciudad de México. El amor que la estadunidense Mary Ellen Mark profesó por los perros fue plasmado en una escultura de barro que Francisco Toledo moldeó en memoria de la fotógrafa, quien también vivió enamorada de Oaxaca, ciudad que visitó dos veces al año durante casi dos décadas.

Incrustada entre los muros del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo y su espejo de agua en el Centro Histórico oaxaqueño se exhibe la pieza, una cabeza de canino en la cúspide, donde permanecerá en un nicho.

En su develación, la obra hecha con la técnica de cerámica de alta temperatura fue acompañada de 110 fotografías de discípulos de Mark, en una exposición temporal en homenaje a la mujer que con su cariño por Oaxaca dejó tras de sí una estela de casi 500 cazadores de imágenes fascinados de lo cotidiano.

Un México auténtico, rara vez experimentado por otros fotógrafos, formando así una experiencia para crear imágenes excepcionales, anunciaba la convocatoria para los dos talleres de fotografía documental que Mary Ellen Mark encabezó por más de 15 años. Varios libros de esa experiencia han quedado de testimonio, en muchos de ellos aparece ella en abrazo con sus queridos perros.

Casi una peregrinación era la llegada del centenar de entusiastas de la cámara, quienes desde diversos puntos del mundo acudían a los talleres que impartía Mary Ellen Mark, relata Daniel Brena, director del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo.

La fotógrafa ya no llegó en noviembre de 2015, a pesar de que el encuentro ya lo había anunciado ese centro. La muerte la encontró en Nueva York, meses antes de la cita, el 25 de mayo.

El Centro de las Artes de San Agustín (CaSa) también se une al homenaje con una exposición de imágenes de la fotógrafa estadunidense que pertenecen al acervo donado por Francisco Toledo al Instituto Nacional de Bellas Artes.

La idea para la exposición en el CaSa es mostrar algunos de los temas principales en la obra de Mark, como la pobreza, el circo, los animales, pero también añadir una segunda dimensión: su propia voz, explica Daniel Brena, quien realizó la curaduría de las exposiciones en los dos espacios culturales.

Los textos que acompañan la muestra, detalló, se componen de entrevistas y algunos de la fotógrafa,hablan de su insaciable curiosidad que tenía por explorar el mundo; cómo la fotografía le permitió conocer a las personas que la rodeaban, lograba ver ironía y misterio en lo cotidiano.

Escultura dedicada a Mary Ellen Mark (1940-2015), creada por Francisco Toledo en el Taller Canela, en San Agustín Etla, con el maestro ceramista Claudio Jerónimo López. La obra permanecerá en la entrada del Centro Fotográfico Manuel Álvarez Bravo (CFMAB)Foto Marcel Rius/ cortesía del CFMAB

Mirada de preocupación social

Nacida en Filadelfia en 1940, Mary Ellen Mark documentó en blanco y negro la realidad con una mirada de preocupación social. Publicaciones como Life, The New York Times, The New Yorker, Rolling Stone y Vanity Fair dieron espacio a sus series de ensayos y retratos, además de que sus imágenes han sido reunidas en numerosos libros.

Por décadas viajó por el mundo y dejó el reflejo de un alto humanismo en sus impresiones, que la convirtieron en una de las fotógrafas más influyentes. Los circos en India o en Oaxaca, perros vestidos con tutú en Vietnam, gigolós en Miami y niños en situación de calle en Seattle son algunos de los personajes que habitaron su lente.

Vi que mi cámara me daba una conexión con otros que nunca había tenido. Me permitió entrar en vidas diferentes, satisfacer una curiosidad que siempre estuvo allí, pero que jamás había explorado. Ese día me di cuenta de que el mundo estaba abierto para mí, se lee la voz de la fotógrafa en el CaSa, en la exposición en la ex fábrica de textiles en San Agustín Etla.

Oaxaca, la que consideró su segundo hogar, también fue lazo de su relación con Francisco Toledo, con quien no sólo intercambió fotografías y libros por grabados, sino que construyeron una amistad en esos años de visitas.

El artista lamentó el fallecimiento de Mary Ellen ocurrido en mayo de 2015 y afirmó que hizo una gran aportación a Oaxaca gracias al movimiento fotográfico que generó, además de que daba becas a jóvenes de escasos recursos para los talleres que costaban miles de dólares.

La vamos a extrañar, consignó La Jornada las declaraciones del pintor y grabador, quien la recordó en su amor por la ciudad, donde se le veía caminar de día y de noche, además de que siempre llegaba con sus perros, a los que parecía prestar más atención que a las personas.

Una amante de los animales quedó en la memoria de Toledo, quien contó que un par de días antes del deceso de la fotógrafa, murieron sus dos perros, quizá se debe a que ella quiso llevarlos consigo al más allá.

Ahora la acompañan en Oaxaca, en una urna de barro formada y moldeada al calor de la ciudad que amó.

 

Ama lo que haces y haz lo que amas

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Marzo 2016 Visto: 3140

amaRay Bradbury. Algarabía.
Los cuentos y novelas de Ray Bradbury constituyen una de las columnas que sostienen el vasto y complejo mundo de la ciencia ficción y de la literatura fantástica. A continuación, le presentamos fragmentos de lo dicho por Bradbury en el emotivo cortometraje realizado por Lawrence Bridges.
s cuentos y novelas de Ray Bradbury constituyen una de las columnas que sostienen el vasto y complejo mundo de la ciencia ficción y de la literatura fantástica. A continuación, le presentamos fragmentos de lo dicho por Bradbury en el emotivo cortometraje realizado por Lawrence Bridges para The Big Read, un programa de fomento a la lectura del Fondo Nacional para las Artes de los ee. uu.
¿Cómo fue que me enamoré de los libros? Te cuento: aprendí a leer cuando tenía tres años; me encantaban los cómics y las tiras cómicas de los domingos. A los cinco años tuve un libro de cuentos y me fascinaba leer todas esas historias maravillosas, como La bella y la bestia o Juanito y los frijoles mágicos. Y así empecé con la fantasía...
Dinosaurios y espejos
Cuando tenía tres años, vi mi primera película —El jorobado de Notre Dame (1923)—, me enamoré de las imágenes en movimiento y anhelaba crecer para ser jorobado. A los cinco, vi El fantasma de la ópera (1925), con Lon Chaney, y quedé embobado con él. Vi una película de dinosaurios, y los dinosaurios llenaron mi vida; entonces, a los seis años, comencé a leer acerca de ellos, y eso es algo que he hecho toda mi vida. Así funcionan las cosas: lo que comienza cuando tienes tres o seis o diez o doce años, llega a convertirse en tus ficciones cuando tienes 30. Las cosas que haces deben ser cosas que amas, y las cosas que amas deben ser las que haces.
Los libros son personas, no libros: cada vez que abres un libro, la persona salta afuera y se convierte en ti.

Cuando tenía siete años, fui por primera vez a una biblioteca; fue una gran aventura. Yo esperaba encontrarme con El Mago de Oz, de L. Frank Baum, o con Tarzán, de Edgar Rice Burroughs; abrí la puerta, miré alrededor y toda esa gente estaba ahí, esperándome. Los libros son personas, no libros: cada vez que abres un libro, la persona salta afuera y se convierte en ti. Tú vas a la biblioteca y sacas un libro del estante y lo abres, ¿y qué estás buscando? Un espejo; de improviso hay un espejo ahí y puedes verte a ti mismo, pero tu nombre ahora es Charles Dickens, William Shakespeare, Emily Dickinson, Robert Frost o cualquiera de los grandes poetas. Así que vas a la biblioteca y te descubres a ti mismo.
Una noche, solo, cuando tenía doce años, miré al planeta Marte y pedí: «Llévenme a casa». Y el planeta Marte me llevó a casa, y nunca regresé. Cuando salí de la preparatoria no tenía dinero, así que no podía ir a la universidad, y lo mejor que ocurrió fue que fui a la biblioteca. La biblioteca educa; los profesores inspiran, pero la biblioteca te llena, te satisface. Trabajaba vendiendo periódicos en una esquina y ganaba diez dólares a la semana. Cada mañana me levantaba y escribía historias, y en las tardes me iba a la biblioteca. A los 19, empecé a hablar acerca de mis amores y mis pasiones en la vida, y las puse en mis libros. Y ése es el secreto de mi vida: seguir mi camino y no el camino que la gente me dijo. Son tus ideas las que cuentan, y una biblioteca te puede ayudar con tus ideas, porque todos los grandes maestros, esos grandes escritores, te enseñan cuando estás en medio de una biblioteca. La biblioteca es la respuesta.
«No tienes que quemar libros para destruir una cultura: sólo haz que la gente deje de leer...»
R.B.

Jugando con fuego
Un día, llegó un hombre con el circo que se instaló a la orilla del lago. El hombre se sentó en una silla eléctrica, sacó una espada que tenía fuego; me vio entre el público, apuntó con su espada, me tocó la punta de la nariz y dijo: «Vive por siempre, vive por siempre». ¿Por qué dijo eso? No lo sé, pero fui a buscarlo al día siguiente a preguntarle. Él me llevó a una tienda en la que estaban todos los fenómenos; ahí me encontré con El hombre ilustrado.2 Supe que mi vida había cambiado. Cuando regresé a casa, me dieron una máquina de escribir de juguete; en ella escribí mi primera historia y descubrí que tal vez podría vivir por siempre si me convertía en escritor. Así que he escrito todos los días de mi vida en los últimos 75 años.
Líderes de muchos países temen a los libros porque los libros enseñan cosas que ellos no desean que se enseñen.

Cuando tenía quince años, Hitler quemó libros en las calles de Berlín. Y eso me aterrorizó, porque yo era un hombre de libros y él estaba metiéndose con mi vida; se volvió algo muy personal, porque yo pensaba que sin libros y sin la capacidad de leer nadie podía ser parte de civilización alguna. Líderes de muchos países temen a los libros porque los libros enseñan cosas que ellos no desean que se enseñen. Si sabes leer, tienes una educación completa acerca de la vida; pero si no, no sabes cómo decidir.
Fahrenheit 451
Publiqué la primera versión de Fahrenheit 451,2 llamada «El bombero», en la revista de ciencia ficción Galaxy, en febrero de 1951.
El papel de los libros arde a los 451º Fahrenheit
El editor la leyó y me preguntó si podía extenderla, porque tenía la intención de publicar la novela completa. «¡Y tienes que encontrarle un título, porque no se va a llamar «El bombero»! —me dijo—. Me quedé pensando en cuál sería la temperatura en la que arden los libros; llamé al departamento de química de la ucla, y no sabían; llamé a otra universidad y tampoco. Me dije: «No seas tonto, llama al departamento de bomberos», y ahí me dijeron: «El papel de los libros arde a los 451º Fahrenheit». Entonces le di la vuelta y la titulé Fahrenheit 451.
Cuando me mudé a Los Ángeles con mi familia —tenía dos hijas —, necesitaba una oficina porque mis hijas eran muy ruidosas —y maravillosas y encantadoras—, pero no tenía dinero para pagarla. Un día, andaba en la biblioteca de la ucla y oí teclear en el subterráneo.
Bajé y había una habitación con máquinas de escribir, donde pude rentar una por diez centavos la media hora. Así que, ya lo ven, Fahrenheit 451 se escribió en una biblioteca... ¡y no se estaba quemando! Firmé el contrato y volví a la biblioteca, donde agregué 25,000 palabras a la novela. ¿Cómo lo logré? Dejé que los personajes vinieran a mí: Montag vino y dijo: «¿sabes quién soy?», y el jefe de bomberos me relató su vida previa. Le pregunté: «¿Por qué quemas libros?», y me lo dijo. Clarisse McClellan vino —era una chica de 16 años que amaba los libros, las bibliotecas y la vida— y me contó más acerca de sí misma. Son mis personajes quienes escriben el libro; no yo.
Clarisse soy yo. Clarisse McClellan es Ray Bradbury, el joven que se enamoró de la vida. Y Clarisse es la esencia de la vida y la esencia del amor; ella educa a Montag, sin saber que es una educadora, una mujer de libros, de bibliotecas, una profesora que inspira. Y entonces él se atreve a ir a casa y roba un libro y lo mira, porque Clarisse McClellan —Ray Bradbury— le dijo que lo hiciera.
«Una biblioteca es buena si, cuando abres un libro, huele a polvo: el polvo del tiempo, polvo egipcio...»
R. B.

El amor y los libros
El libro fue muy bien recibido. Autores reconocidos a lo largo de los ee. uu. me escribieron y reaccionaron ante la novela. Un día, Christopher Isherwood —quien había cambiado mi vida con una gran reseña de mi libro Crónicas marcianas en la revista Tomorrow— me llamó y me dijo: «Aldous Huxley quiere conocerlo». ¡Huxley, el autor de Un mundo feliz, mi héroe! Así que un día fui a tomar el té con él, y el señor Huxley me dijo: «Señor Bradbury, ¿sabe lo que usted es?... ¡Usted es un poeta!». Mis editores me habían dicho que era un novelista y él me dijo que era un poeta. Yo estaba enamorado de Shakespeare, de Emily Dickinson y de todos los grandes poetas. Eso es lo que el amor hace por ti: no sabes lo que eres porque estás enamorado.
Si puedes encontrar a una persona que te ame, que ame la vida tanto como tú, y ame los libros tanto como tú, agárralo o agárrala y cásense. ¡La vida será maravillosa!
Yo encontré el amor en una librería —no en una biblioteca, pero una librería es como una biblioteca—: encontré a una bella chica que me esperó, y la invité a un café, y a comer, y me enamoré de ella y de los libros que la rodeaban. Y ella tomó votos de pobreza un año después y se casó conmigo, porque mis ingresos eran nada. Era una chica rica, y dejó todo su dinero para volverse pobre como yo, y vivir en Venice —California— sin teléfono ni coche. Pero vivimos con amor y libros, y escritura. Ésa es la respuesta a la vida: si puedes encontrar a una persona que te ame, que ame la vida tanto como tú, y ame los libros tanto como tú, agárralo o agárrala y cásense. ¡La vida será maravillosa!
La razón por la que mis libros son populares es porque soy alguien que ama, y por eso mis trabajos son poéticos —y yo no sabía que estaba haciendo poesía, pero lo hago—. En el corazón de mis libros está el regalo de la vida; está ese día cuando tenía doce años y descubrí que estaba vivo. Cuando la gente toca mis libros, ellos están vivos. Es el regalo que les doy, y quiero que los saquen de la biblioteca y los lleven de vuelta, así una y otra vez. Ama lo que haces y haz lo que amas. No escuches a nadie que te diga lo contrario. La fantasía debe ser el sentido de tu vida. Eso creo y por eso mi epitafio debería decir: «Aquí yace Ray Bradbury, quien amó la vida por completo».
❉❉❉
Ray Bradbury nació en Illinois el 22 de agosto de 1920 y desde niño mostró una gran afición por la lectura. En 1950, publicó Crónicas marcianas y, tres años después, Fahrenheit 451, sin duda, sus libros más conocidos. Varios de sus textos han sido adaptados para el cine, entre ellos Fahrenheit 451 filmado en 1966 por François Truffaut, con Oskar Werner y Julie Christie. Traducción y adaptación de Francisco Masse.

 

El origen del semáforo

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Marzo 2016 Visto: 4053

semaforCarlos Bautista Rojas. ALGARABÍA.
Del griego σῆμα, ‘señal’, y ‒́foro ‘portar’, el término semáforo es, en realidad, muy reciente, pues hay registros de su uso en español a partir de 1884 —según el diccionario etimológico de Corominas.
griego σῆμα, ‘señal’, y ‒́ foro ‘portar’, el término semáforo es, en realidad, muy reciente, pues hay registros de su uso en español a partir de 1884 —según el diccionario etimológico de Corominas.
En la antigüedad se les llamaba semáforo a las torres que se usaban para enviar señales —ya fuera por medio de fogatas o banderas— para comunicar avisos urgentes —sobre todo cuando se requería de ayuda de pueblos vecinos en caso de invasión enemiga o para anunciar la muerte de algún monarca en agonía. En el siglo xix, así se llamó a las estaciones portuarias que contaban con señales visuales —que se mostraban en un mástil—, para avisar de la llegada de ciertos buques o para dar a conocer avisos urgentes. Más tarde, durante ese siglo, se usó ese nombre para llamar a las estaciones telegráficas.
En diciembre de 1868, se instaló el primer semáforo en Londres —una columna de hierro de 6 metros de altura—, diseñado por el ingeniero ferroviario John Peake Knight. El semáforo de Knight —instalado cerca de la Cámara de los Comunes— contaba con dos «brazos» que se alzaban para indicar el sentido y el momento en que debían detenerse los vehículos y era operado por un oficial de policía que lo controlaba de forma manual.
Lo interesante del semáforo de Knight es que ya contaba con lámparas de gas con los colores rojo y verde para que pudieran verse de noche. A menos de un mes de «inaugurado» este semáforo, explotó el tanque de gas y mató al operador. Por lo sucedido, la invención fue descartada para usarse con gas.
Las luces rojas y verdes ya se empleaban en las señales de ferrocarril, que a su vez se heredaron de las señales marítimas, en donde se usan banderas —ahora luces— de estos colores para evitar colisiones entre los barcos.

Hacia 1910, el ingeniero Earnest Sirrine adaptó el diseño de Knight y cambió el tanque de gas por una instalación eléctrica. El primero de estos modelos se instaló en Cleveland, en 1914.
El primer semáforo automático —también con luces verdes y rojas— fue patentado por William Ghiglieri en San Francisco, California, hacia 1917.

En 1920, William Potts —oficial de policía de Detroit— agregó la luz ámbar intermedia para advertir del cambio de luces y así evitar muchos accidentes de tránsito que ocurrían justo en el cambio inminente de luces.
Sin embargo, tuvo que esperar a que la legislación estadounidense los aprobara. Debido a la ii Guerra Mundial, la producción de semáforos de tres luces para los ee.uu. se retrasó hasta finales de los años 40.
El cambio de luces en los semáforos puede variar desde 35 segundos hasta 120, de acuerdo con la afluencia de la avenida —muchos ahora son controlados por sensores de movimiento— o del cortocircuito que la última lluvia les haya dejado.

Y en México...
Aunque don Porfirio Díaz estableció un cuerpo de policía de tránsito que debía controlar el paso de vehículos en las principales avenidas del país, debido a las revueltas de 1910 ya no pudo instalar los primeros semáforos eléctricos en México, pues ya existía un proyecto para su instauración.
Por esta razón, en México se instalaron los primeros semáforos manuales hasta 1930. Un par de años después, se colocó el primer semáforo automático en el cruce de Avenida Juárez y San Juan de Letrán—la esquina donde ahora confluyen: la Torre Latinoamericana, la explanada del Palacio de Bellas Artes y el anexo Guardiola.
En Akureyri, Islandia, las luces de los semáforos tienen forma de corazón.

Del Exonario
Aunque la luz ámbar del semáforo indica que uno debe reducir la marcha del automóvil, por lo regular, la mayoría de la gente acelera para no tener que esperar el cambio de luces.
A esta acción se le puede llamar flavilabar; del latín flavus, ‘amarillo’ y elabor, ‘escapar’.
Por último, durante una vida citadina, cada persona espera un promedio tres semanas a que cambien las luces de los semáforos.

 

¿Te gustaría ser un turista responsable? ¡Te decimos cómo!

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Categoría: Cultura y Espectaculos Creado: 02 Marzo 2016 Visto: 3008

responsableViajar también conlleva una responsabilidad. Desde que elegimos nuestro destino hasta que abordamos el avión de regreso, cada una de nuestras decisiones tiene un impacto en el entorno.
PAULINA SANTIBÁÑEZ. MÉXICO DESCONOCIDO.
No cabe duda de que viajar y conocer nuevos destinos es una forma de expandir nuestra visión del mundo: nos permite conocer otras formas de pensar y de vivir, admirar otros paisajes, vivir experiencias completamente distintas...

Sin embargo, viajar también conlleva una responsabilidad. Desde que elegimos nuestro destino hasta el momento en que abordamos el avión de regreso, cada una de nuestras decisiones tiene un impacto en el entorno, ya sea en la naturaleza o la comunidad.

¿Qué significa ser un turista responsable?

Mucho se ha hablado del turismo responsable, sustentable o ético en los últimos años. Pero esta forma de viajar es mucho más que una tendencia o una moda: se trata de tomar consciencia de una vez por todas de que nuestra forma de viajar tiene una repercusión, y de procurar que esa repercusión sea positiva.

Aquí, algunas claves para ser un viajero responsable.

1. Elige en la medida de lo posible un destino cercano

Sabemos que te mueres por conocer el otro lado del mundo, pero ¡no subestimes los lugares que tienes cerca de casa! México es uno de los países más ricos del mundo en cuanto a cultura y biodiversidad se refiere. ¿Por qué no explorar alguno de sus rincones? Además de apoyar la economía local, reducirás tu huella de carbono al viajar en transporte de tierra y no en avión. También puedes ponerte una meta: viajar en avión una vez al año, y el resto del tiempo, por transporte terrestre.

2. Infórmate sobre tu destino

Nuestro país es hogar de un sinfín de culturas, por lo que el sitio que visites podría tener tradiciones que quizá te resulten poco familiares. Al planear tu viaje no te limites a averiguar cuáles son los puntos turísticos: investiga también sobre las costumbres locales. ¿Se acostumbra dejar propina? ¿Puedes o no tomar fotos en las iglesias? Aunque tengas el “chip” turístico, procura siempre mostrar respeto por el modo de vivir de las personas.

3. No fotografíes a las personas sin su consentimiento

Las personas NO forman parte del paisaje. Por más “pintorescas” que te parezcan, evita la tentación de tomarles una fotografía sin asegurarte primero de que estén de acuerdo. Pídeles permiso antes de apretar el botón de la cámara.

4. Consume local

Cuando se trata de planear viajes de lujo o descanso, la primera opción de muchos suele ser reservar en un resort todo incluido. Y es que ahí se tiene todo a la mano: hospedaje cómodo, comidas, bar, spas, tiendas de souvenirs... Si bien es cierto que estos hoteles son una fuente de trabajo para los habitantes, también lo es que la mejor forma de apoyar la economía local es consumir directamente de la comunidad: en un hotel o cabaña familiar, un restaurante local, tiendas de artesanías, etc.

5. Haz compras responsables

Por favor: no fomentes la caza, pesca o tala ilegales. Evita comprar souvenirs hechos con pieles de animales en peligro de extinción, insectos, conchas, corales o maderas de árboles tropicales. Esto incluye también ciertos platillos exóticos, como los huevos de tortuga que se consumen de manera ilegal en algunas partes de Oaxaca.

6. Usa transporte local

Uber es super cómodo, pero, si estás en un destino seguro, prefiere el transporte público. O mejor aún: ¡muévete en bicicleta!

7. No fomentes la crueldad animal

No participes en actividades que son crueles con los animales. Aunque parezca algo inofensivo, tomarte fotos con especies salvajes en exhibición, como monos, guacamayas o serpientes, es ser cómplice de esta crueldad.

8. Deja la naturaleza en paz

¡La naturaleza no es un souvenir! Si viajas a una playa, quizá te resulte tentador meterte una conchita o una estrella de mar en la bolsa. Pero uno de los principios del turismo sustentable es procurar dejar el destino tal cual lo encontraste, o incluso, mejor.

 

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